jueves, 12 de noviembre de 2015

Bulgaria: Melnik y Bansko.


Pirámides de Melnik. Bulgaria
A las 8,30 sale el primer autobús que lleva del Monasterio de Rila a Rila pueblo. El mismo autobús, después de descansar 30 minutos, cambia el cartel y se dirige a Blagoevgrad.
Cuando volvemos a subir al autobús el conductor nos dice en español: Otra vez!. Sorprendidos le preguntamos: Hablas español?. Y nos responde con un escueto: Si!. Viví en Valencia 3 años!. Fin de la conversación. Así son ellos, discretos, callados y sobre todo cerrados, tan cerrados que es difícil que te den más información que la estrictamente necesaria. Será que el carácter búlgaro no es muy propenso a la comunicación, pero la verdad es que muy dicharacheros no son.  A lo largo del viaje no dejé de preguntarme qué hecho en el pasado de Bulgaria ha moldeado un carácter tan prudente. 
De  Blagoevgrad a Sandanski y de allí a Melnik en una perfecta combinación de autobuses sin apenas tiempo de espera.

Melnik. Bulgaria

En Melnik nos alojamos en Chavkova House,  un hotelito pequeño en la plaza (50 lev con desayuno, unos 25 €). Al buscar el DNI me doy cuenta de que se ha quedado en la recepción del hotel del monasterio de Rila. La chica de la recepción, la más amable, comunicativa y profesional que encontramos en todo el país, llama a un sitio y a otro y soluciona el problema confirmando que lo van a enviar a Devín, donde vamos a pasar dos noches. Recomiendo este hotel y les doy las gracias por la profesionalidad de sus trabajadores.
Melnik es la ciudad del vino de Bulgaria, razón suficiente para que Luis la incluya en el viaje y planifique la visita a las bodegas locales para degustar un vino diferente, producido con la uva “Shiroka Melnishka Loza” de origen búlgaro.
Situada a los pies de las montañas Pirin, no lejos de Grecia, es la ciudad más pequeña de Bulgaria con unos 300 habitantes y casi 100 edificios históricos del renacimiento búlgaro que recuerdan el pasado de prosperidad en torno a la producción del vino.
El pueblo perdió la mayoría de la población en la guerra de los Balcanes (1912) cuando los ciudadanos de origen griego huyeron a Grecia al conocer que Melnik formaba parte de Bulgaria.
Casa Pashova. Melnik (Bulgaria)
Como curiosidad me gusto conocer que, en los alrededores de Melnik,  nació Espartaco, el esclavo tracio que se enfrentó al Imperio Romano, y que Kirk Douglas inmortalizó en el cine.
El pueblo resulta agradable desde el primer momento, enmarcado por las sorprendentes formaciones naturales de arenisca que parecen conos o agujas  “picudas”y estrechas que pueden llegar hasta los 100 m, conocidas como las Pirámides de Melnik  y que según los expertos es el resultado de la erosión de la arcilla.
Queremos ir al Monasterio de Rozhen pero al enterarnos de que al día siguiente (8 de septiembre) se celebra la fiesta anual del monasterio, decidimos pasar el día en Melnik y acudir por la mañana a ver las celebraciones que congregan a los vecinos de la zona.
Un conductor ilegal nos ofrece sus servicios conocedor de que no hay servicio de taxi en Melnik. Negociamos con él y quedamos que nos llevaría por la mañana al monasterio y luego a Bansko (90 lev, unos 45 €, es lo que hay o lo tomas o lo dejas).
Pirámides de Melnik (Bulgaria)
Pasamos el día por el pueblo. La calle principal está pavimentada pero el resto son callejones estrechos que suben por la empinada ladera. La mayoría de las casas cuentan en su interior con cuevas en la que conservar el vino. Visitamos la Casa Pashova, un verdadero ejemplo de construcción en torno al vino, con bodega propia en las amplias galerías excavadas en la montaña y la iglesia de Santa Barbara de la que solamente quedan restos.
Por la tarde cuando baja el sol subimos hacia el monte para ver los restos de la fortaleza de la ciudad y las originales pirámides de arenisca que son realmente bonitas con los tonos cálidos del atardecer.
La bodega de los Seis Dedos está a unos 100 metros en vertical la calle principal, Subimos por una empinada senda llena de piedras y... Está cerrada!. Nos quedamos con las ganas de disfrutar de la cata de vinos. Lo compensamos el restaurante de la plaza donde probamos un buen vino blanco afrutado.
Entrada monasterio Rozen. Melnik
Monasterio Rozen. Bulgaria


El 8 de septiembre el monasterio de Rozen se viste de fiesta. Un estrecho portalón en el muro encalado que oculta el monasterio da paso al amplio recinto empedrado: la iglesia de piedra en el centro y alrededor, amplias galerias pintadas en blanco con escaleras, barandillas y balcones en madera oscura. No está mal este armonioso y relajado lugar en el que viven los monjes. 
Monasterio Rozen. Bulgaria
Monasterio Rozen. Bulgaria
 Los altavoces retrasmiten las plegarias. Un continuo trasiego de lugareños entra y sale de la iglesia llevando flores y ofrendas al santo, encendiendo cientos de  velas o venerando con fervor el icono milagrero.

Ofrendas monasterio Rozen. Melnik. Bulgaria
El interior de la iglesia tiene interesantes pinturas que apenas podemos ver por la cantidad de personas que hay siguiendo la ceremonia religiosa. 
Pasamos un buen rato observando el ambiente de dentro y fuera de la iglesia hasta que empieza a llover con fuerza.
Monasterio Rozen. Bulgaria
Abuelitas. Monasterio Rozen. Bulgaria
Mujer búlgara
En la entrada nos espera el taxista ilegal para llevarnos a Bansko. Un viaje de casi 2 horas por una carretera con mucho tráfico y adelantamientos a tres que nos provocan estupor. Por el camino nos cuenta que el Audi en el que vamos es de su jefe, un búlgaro que vive en España, en Valencia, que se dedica a los negocios de paneles solares, pero a nosotros, que tenemos la mente calenturienta, se nos dispara la imaginación y pensamos en otro tipo de negocios.
Nos deja en una calle cerca del centro, le pagamos y se va sin importarle por donde queda el hotel Gardenia que tenemos reservado. De nuevo comprobamos que ellos son así, a lo suyo e indiferentes a los otros.
El hotel Gardenia nos cuesta 45 € con spa y bufet libre en la cena y para ello nos ponen una pulserita tipo parque de atracciones. La realidad no es lo que parece, el spa no está operativo a excepción de la piscina y el bufet libre es un auto servicio cutre con escasa y mala comida. No os dejeis engañar. Ademas les pedimos que llamasen a la estación de autobús para consultar la horarios y luego nos reclamaron 1 leva. Cutres, cutres!

Iglesia de la Santisima Trinidad. Bansko. Bulgaria

En Bansko se encuentra la más famosa estación de esquí de Bulgaria pero como nosotros la visitamos en septiembre apenas hay turistas y resulta un pueblo muy agradable con calles empedradas y casas antiguas.
Visitamos los edificios más representativos del pueblo:  la iglesia de la Santísima Trinidad o Sveta Troitsa, fundada en 1832 por los artesanos locales. Fue la iglesia más grande de Bulgaria hasta la construcción del templo-monumento “Alexander Nevsky” de Sofia. Alberga  pinturas y tallas de madera de la famosa escuela de Bansko  dentro del Renacimiento búlgaro. Me pareció una iglesia preciosa con colores alegres en los que destaca el enorme iconostasio que cubre toda la pared.
En el jardín se encuentra la tumba de Nicola Vaptsarov, un famosos poeta nacional con una truculenta historia pasional.

Iconos de Bansko. Bulgaria
Icono de Bansko. Bulgaria
El Museo de los Iconos de la Escuela de Pintura de Bansko se encuentra en el antiguo convento y tiene obras representativas .  No está mal, pero después de ver los iconos de Sofía este pequeño museo no nos parece gran cosa.
Museo Iconos Bansko. Bulgaria
La casa de Velyanov es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura de casa fortificada con tallas exquisitas en techos y pinturas murales del maestro Velyan Ognev. Se construyó en el siglo XVIII y está considerada monumento cultural de importancia nacional. Me gustó mucho visitar está casa que sigue conservando su estructura original.
Casa tradicional Bansko. Bulgaria

El pueblo es pequeño y se visita pronto.
Por la mañana temprano nos vamos a Devín, pero eso ya lo contaremos en otra entrada.
Continuará....

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