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Tomás detrás de los Yaks camino de Namche |
Seguimos con la segunda parte del trekking de casi un mes por el valle del Khumbhu que mi hermano Antonio, Tomás y Marcos realizaron en el mes de octubre y que ya iniciamos en la entrada Por donde se va al Everest?.
En Septiembre de 1951, Edmund Hillary describe así su llegada a Namche Bazar:
“Acampamos de noche en la pequeña aldea de Phakding. Aunque estábamos a 3000 metros había abundancia de vegetales...
Escalamos a la mañana siguiente una gran garganta que se dirigía hacia la capital del distrito, Namche Bazaar. Nuestra emoción aumentaba a medida que ascendíamos, porque cada vez aparecían a nuestros ojos mas y mas picos...
Fuimos recibidos fuera de la localidad por el jefe, quien nos dio la bienvenida a sus dominios, El tamaño del pueblo nos dejó anonadados. En terrazas sobre la colina había al menos setenta viviendas y un enorme y brillante monasterio Budista.”
No cambiaría mucho esta descripción, sesenta años después, pues es la impresión que produce ascender por el río Dudh Khosi.
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Entrando en la Garganta hacia Namche |
A nosotros la bienvenida al valle no nos la dio “el jefe” sino la lluvia. Dos días caminando bajo la lluvia, desde Bupsa hasta Nurning, un pueblo junto a Phakding, y desde aquí a Namche, donde la lluvia cesó, volviendo el buen tiempo que tuvimos el resto del camino.
El camino por la ladera izquierda del “rio de la leche” va cobrando altura en un trayecto aéreo, con impresionantes vistas, entrando y saliendo de los valles laterales. A la altura de Lukla desciende hasta el río para remontar después hasta el sendero, abarrotado de gente que llega en avionetas y que se dirige hacia Namche.
Tras una semana por caminos poco transitados, y bajo una lluvia constante, nos iremos acostumbrando a caminar por la calle mayor del turismo “Everest B.C.”. Nos comentaron que diariamente llegan en esta temporada 1000 personas hasta Namche, la mayoría en avioneta a través de Lukla, un aeropuerto de altura que impresiona por su pista en pendiente. Cuando no se puede volar, lo que ocurre frecuentemente por las nieblas, el alojamiento de todo el valle se llena de gente esperando salir.