Iglesia de Hecho. Huesca |
Nota: Como no se muy bien si escribir Hecho o Echo le pregunto a mi compañero Miguel Angel, que es de la zona y sabe del tema y me dice que en aragonés se escribe Echo sin “h” ya que seguramente viene de la palabra vasca “eche” que significa casa. El caso contrario la “h”vendría de la “f” latina “Fecho”. Como no está claro y la acepción más aceptada es con "h", así la escribo.
Piedra en la iglesia de Hecho. Huesca |
Nos alojamos en Siresa, una pedanía de Hecho en la que se encuentra el monasterio románico de San Pedro de Siresa, de los siglos IX-XIII, que llevamos mucho tiempo queriendo visitar. Cuando llegamos la iglesia ya está cerrada, abre un rato por la mañana y otro por la tarde, así que, despues de dejar las cosas en el hotel, seguimos hacia la Selva de Oza y dejamos la visita del monasterio para el día siguiente.
Valle de Hecho. Huesca |
La carretera que lleva a Selva de Oza bordea el río Aragón Subordán, se adentra en el estrecho congosto de la Boca del Infierno, el nombre ya da idea de la estrechura, y termina en los prados de Guarrinza. Dejamos el coche en el parquing de la Guarrinza, craso error, ya que luego comprobamos que a pesar de lo mal que estaba la pista se podría recorrer los 5 km que llevan a Aguas Tuertas.
Caminamos los 5 km. por una pista cómoda que nos resulta algo agobiante por el calor que aprieta a esas horas, aunque nos compensa la imagen de la montaña del Castillo de Acher, con su forma de fortaleza medieval y el río al fondo entre los prados verdes salpicados de vacas.
Aguas Tuertas. Valle de Hecho. Huesca |
Cogemos el sendero que “endreza” la pista para subir a Aguas Tuertas y... Ohhh! Que bonito!. Realmente es como un balcón al valle que se asoma a un bucólico paisaje de montaña: el río que serpentea formando meandros, la cascada, las vacas pastando tranquilas..., una preciosa imagen que reconforta el alma. Nos quedamos un rato en silencio contemplando el paisaje, con pena por no disponer de tiempo para seguir hasta el ibón de Estanés, pero nos prometemos volver pronto y disfrutar de este hermoso lugar adecuado para montañeras domingueras como yo.
A llenar la cantimplora. Valle Hecho. Huesca |
Plantas del Valle de Hecho. Huesca
Cuando volvemos a Siresa, la luz cálida del atardecer realza todavía más las dimensiones del monasterio de San Pedro, poco acordes al tamaño del lugar. Realmente sorprende el tamaño pero no le resta belleza, más bien da una idea de su importancia histórica de la iglesia - monasterio de San Pedro de Siresa en la que se educó en el s XI el mismísimo rey de Aragón, Alfonso I el Batallador, el mismo que vigila desde el cabezo el paseo central del Parque Grande / José Antonio Labordeta de Zaragoza.
San Pedro de Siresa. Valle de Hecho. Huesca |
El domingo por la mañana, tras el pago de 1,50 €, pudimos visitar el interior del monasterio de San Pedro. Se conserva la iglesia, de planta de cruz latina, de una sola nave articulada en tres tramos y ábside semicircular que se encuentra totalmente restaurada. Sigue manteniendo la estructura original pero está tan límpia e impecable, que resulta difícil imaginar la historia que encierra este monasterio.
En el interior destacan varias tallas en madera policromada, especialmente la talla románica de la Virgen de Siresa y la del Cristo crucificado (ambas del s. XIII) de una belleza que te deja un buen rato allí parada.
Joyas románicas en la Iglesia de San Pedro de Siresa
Canto gregoriano con silueta. Valle de Hecho. Huesca |
Después de visitar la iglesia, seguimos hasta el refugio de Gabardito. Dejamos el coche en la explanada y cogemos el GR-11 protegidos por la sombra agradable de un frondoso bosque de hayas. No tenemos más destino que el de disfrutar del paisaje, así que vamos siguiendo la senda, que a ratos asciende, pero que resulta muy agradable, hasta que decidimos volver con la nueva promesa de dedicarle más tiempo en otra ocasión.
Bosque de Hayas. Valle de Hecho. Huesca |
Por la GR11. Valle de Hecho. Huesca |
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