sábado, 23 de junio de 2012

Turquía. Estambul

El Bósforo
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Llegamos a Ankara a primera hora de la mañana. Compramos  billete para el tren que sale a las 9 de la noche hacia Estambul y, puesto que en la estación no hay consigna para dejar las maletas, buscamos un hotel barato en la zona alta (antigua) de la ciudad y dejamos allí el equipaje. Salimos a pasear por Ankara y visitamos el famoso Museo de las Civilizaciones de Anatolia, que no es tan grande como nos habíamos imaginado pero contiene algunas piezas muy interesantes.
Estación de tren de Haydarpasha
En el tren nocturno que nos lleva a Estambul disponemos de una cómoda cabina con dos camas, lavabo, armarios, etc. por una tarifa muy barata en comparación con los países europeos. Aún así el tren circula casi vacío; es una lástima que se esté perdiendo también aquí esta modalidad de viaje, acosada por la competencia de los autobuses (más baratos) y del avión (más rápido). De momento disfrutamos de esta reliquia del pasado en forma de coche-cama que nos traquetea y acuna suavemente durante toda la noche, vigilados por la media luna que representa a la República Turca. 
Llegamos a la estación de Haydarpashá de Estambul poco después de amanecer, cuando la ciudad se despierta e inicia la actividad. La estación es un edificio neoclásico con cierto aire de ostentación construido entre 1906-1908 por ingenieros del Imperio Alemán, que proyectaban unir por ferrocarril la capital otomana con La Meca. Y casi lo consiguieron, hasta que un tal Lawrence se encargó de destruir el tramo árabe, que entonces finalizaba en Medina. Haydarpashá se encuentra en Üsküdar, la parte asiática y moderna de la actual conurbación de Estambul, y de aquí salen y llegan todos los trenes con destinos en Anatolia o incluso Irán, mientras que los trayectos europeos utilizan la también histórica estación Sirkeci.
Puesta de sol en Estambul
Una flota de ferris comunica las dos orillas del Bósforo y une los extremos de los dos continentes: Asia y Europa.
Contemplar Estambul desde Haydarpashá es una preciosa imagen en la que se perfilan al fondo los grandes monumentos que hacen de esta ciudad una de las mas bonitas del mundo; el palacio de Topkapi, los minaretes de la Mezquita Azul, la mezquita de Suleimaniye, la mezquita Nueva, la Torre Galata y otros minatetes y torres que no identificamos y que se mezclan con los edificios antiguos y modernos y que nos encanta observar.
Hemos visitado varias veces esta ciudad y siempre me sorprende y emociona. Una ciudad de nueve millones de habitantes con un rico pasado y un dinámico presente da juego para muchas visitas y muchos rincones. Siempre hay algo nuevo que ver. 
              Tranvía en la calle Istiklal.    Foto:Wikipedia
Estambul está cambiando a pasos agigantados y cada vez se parece más a cualquier ciudad turística europea, sin embargo esta evolución no le resta interés sino que le aporta un valor nuevo, mezclando el aire oriental que la hace tan especial con el ambiente de una ciudad actual, dinámica y abierta.
Estambul tiene joyas que no importa volver a visitar una y otra vez; lugares que se disfrutan solamente estando; siluetas de la ciudad que aparecen de repente, te sorprenden o te vuelven a emocionar.
Si quiero hacer una entrada con lo mejor de Estambul ¿qué puedo destacar de ella?.¿por dónde empiezo?. ¿qué me impresiona mas de esta ciudad?... Difícil resumir porque Estambul es especial desde muchos puntos de vista. Empezando por su ubicación: es la única ciudad del mundo que está situada entre dos continentes, entre Europa y Asia, entre Oriente y Occidente. Una ciudad a orillas del Bósforo, el estrecho que une dos mares: el mar de Mármara y el mar Negro. Con un histórico estuario natural al inicio del Mar deMármara llamado el Cuerno de Oro y construida sobre siete colinas.
            Palacio de Topkapi    Foto:www.estambul.org
Puedo destacar su historia. La situación estratégica de Estambul la ha convertido en un referente continuo a lo largo de la Historia. El primer asentamiento se remonta a la Edad de Bronce. Fue una ciudad importante bajo el dominio del Imperio Persa. Conocida como Bizancio cuando era colonia griega. Bajo el Imperio Romano se le consideró una segunda capital y en el año 330 el emperador Constantino el Grande le cambio el nombre y la llamó Constantinopla. Al dividirse el Imperio (395) pasó a ser la capital del Imperio Romano de Oriente, Bizancio, y viv una de sus épocas mas brillantes. En estos años se construyó la Basílica de Santa Sofia.
En los siglos XI y XII el floreciente comercio de Constantinopla está en manos de genoveses y venecianos. Con la conquista del ejercito otomano en 1453 se la bautizó con el nombre actual de Estambul. Durante los s. XVI al XVIII se construyeron gran número de mezquitas, medersas y palacios. En 1923 se proclama en Turquía la república y deja de ser capital del país, pero no por eso pierde su peso cultural, industrial y comercial.
Nos podemos perder por la gran riqueza del patrimonio de Estambul. Las distintas culturas que han pasado por esta ciudad han dejado su legado plasmado en palacios, castillos, fortalezas, templos, mezquitas, medersas, iglesias, mercados...
Puesta de sol en Estambul II
Es imposible enumerar todos los monumentos de Estambul, sin embargo no puedo dejar de lado lugares tan impactantes como el Palacio de Topkapi, el más antiguo y extenso de Estambul, el lugar en el que vivían los sultanes y su corte. Situado en un lugar estratégico dominando el Bósforo.
Mezquita Azul y sus seis minaretes    Foto: www.estambul.org
Mezquita Azul. Foto:wikipedia
No lejos del palacio se construyó La mezquita Azul o Mezquita del Sultán Ahmet (s. XVII), que da nombre al barrio más turístico de la ciudad actual. Es la mezquita más grande y elegante de Estambul y fue construida con materiales nobles. Recibe su nombre por los mas de 20.000 mosaicos que decoran la parte superior de las cúpulas. 
        Iglesia de Santa Sofía               Foto:viajar.es
Justo enfrente se encuentra La Basílica de Santa Sofía, (actualmente museo de Ayasofya). Construida en 537, es la obra más impresionante y sagrada de la época Bizantina.  Se considera un prodigio de la arquitectura al ser la primera construcción de base cuadrada de este tamaño, cubierta por una cúpula central que supuso un enorme desafío arquitectónico para su época.  
Medusa de la Cisterna de Yerebetan
Al lado, descendiendo por una estrecha escalera, se llega al  Yerebatan Sarayi, la mas grande de las cisternas construidas en Estambul durante la época bizantina. El agua dulce se traía desde el Bosque de Belgrado, a 25 km de distancia y se guardaba en las 60 cisternas distribuidas por la ciudad.
Para su construcción en el año 532 se levantaron 336 columnas distribuidas en 12 filas de 28 columnas cada una. Se utilizaron piedras romanas de los alrededores. De este bosque de columnas destacan dos situadas al fondo, que tienen como base cabezas de medusa.
Medusa de la Cisterna de Yerebatan
Al lado de la cisterna se encuentra el restaurante Medusa en el que trabajaba nuestro amigo Ahmet antes de venir a Zaragoza. Cuando años después montó su propio local le puso el mismo nombre, El Medusa, un espacio de comida turca conocido en la ciudad.
Una calle del Gran Bazar. Foto: Wikipedia

Puerta entrada Gran Bazar. Foto:wikipedia
No lejos se encuentra el Gran Bazar ( Kapali Çarsi) el mercado más grande de Turquía al que se accede por 18 puertas diferentes. Ha funcionado como mercado de especies, de esclavos, como bolsa y banco, y actualmente no ha perdido su papel y cuenta con mas de 4.500 tiendas, en las que trabajan 15.000 personas. De todos estos comercios destacan las joyerías siendo el Gran Bazar el centro del comercio de oro. Además de tiendas tiene mezquita, capillas, fuentes, cafés y un restaurante bastante aceptable que se llama Pandeli Ushta...
Si vamos paseando hacia el puente de Gálata nos encontramos con el Bazar Egipcio, llamado así por ser el lugar en el que se vendían las especies traídas de Egipto. Se construyó en 1660 para financiar la construcción de la Yeni Yamii (Mezquita Nueva). Aunque mucho más pequeño que el Gran Bazar, el Egipcio es un mercado muy agradable, con un aire exótico y un perfume a especies en el ambiente, mucho mas oriental. La Mezquita Nueva (tiene mas de 400 años) cerca del Bazar y del Puente de Gálata es una de la más bonitas de Estambul. con un interior espectacular en mármol, azulejos de Iznik y vidrieras.
Mezquita Nueva
Justo enfrente, cruzando por el puente de Gálata está La torre de Gálata construida por los genoveses en el s XIV, situada estratégicamente para dominar el Bósforo, el Mar de Marmara y el Cuerno de Oro. Desde lo alto de la torre se contempla una amplia y preciosa panorámica de Estambul.
Este recorrido puede hacerse paseando ya que todos los monumentos están cercanos unos de otros.
San Salvador de Chora
Algo mas alejada del centro y cerca ya de las murallas exteriores de Bizancio se encuentra San Salvador de Chora ( actualmente Museo Kariye), una iglesia de estilo bizantino que conserva en su interior mosáicos y frescos del s XV con imágenes de la vida de Cristo y de las sagradas escrituras.
San Salvador de Chora
Y sobre todo Estambul tiene imágenes para retener y recordar: el atardecer sobre el puente de Gálata, con los pescadores que extienden sus cañas de pesca. Los puertos pesqueros con las gaviotas revoloteando a la búsqueda de algún manjar. Las tranquilas calles de Sültanahmet por la noche, cuando ya no quedan turistas y en la oscuridad destacan los minaretes iluminados de la Mezquita Azul y Santa Sofia. Cualquier café o té acompañado de un aromático narguile en una terraza forrada de alfombras y cojines con vistas...
Puesta de sol en el puente Gálata
Es una ciudad con muchos visitantes y cada uno la hace suya a su manera, pero desde luego a nadie deja indiferente.
Ah! se me olvidaba, también me gustan mucho los desayunos con un buen café turco y una tierna rosquilla de pan con semillas de sésamo (simit), que se venden por toda la ciudad xD
Al regresar a España, en un vuelo cuyo trayecto de ida no habíamos utilizado (cosa que no recomiendo hacer ya que las compañías suelen anular todo el billete), finalizamos uno de nuestros viajes más largos: 5 semanas intensas a través de todo el Medio Oriente, desde las polvorientas calles de El Cairo hasta la cosmopolita Estambul, con desvíos para conocer lugares que no habíamos visto antes como el Líbano o el Kurdistán. Ha sido un viaje exigente que ha puesto a prueba nuestra resistencia pero también, casi con total seguridad, el más apasionante en el que nos hemos embarcado. Por desgracia no siempre es posible repetir un periplo así; dos meses después de nuestro paso estalló una guerra entre el Líbano e Israel que dejó totalmente aislado al país de los cedros. Y en estos días la situación en Siria es todavía peor, con una salvaje guerra civil que se arrastra desde hace un año por todo el territorio.

domingo, 17 de junio de 2012

Turquía. Diyarbakir, la ciudad de las sandías

Sandias de Diyarbakir
Panorámica de las murallas de Diyarbakir. Foto muros&murallas
Sobre Diyarbakir
 En poco más de tres horas el autobús nos lleva de Senliurfa a Diyarbakir. Son pocos los kilometros que separan estas ciudades sin embargo conforme nos dirigimos hacia Oriente se nota el contraste. Diyarbakir apenas tiene turistas y sigue conservando un aire rural. Conocida como la ciudad de las sandias, todos los años se celebra en el mes de septiembre un festival en el que se exhiben los mejores ejemplares cultivados en las huertas que riega el ya escaso caudal del histórico río Tigris. Las famosas sandias  de Diyarbakir se distribuyen y aprecian en toda Turquía.

Calles que rodean las murallas.Diyarbakir
Murallas de Diyarbakir
 Diyarbakir es la mayor ciudad de la región de Anatolia suroriental; también se podría decir que es la capital del Kurdistán, pero en Turquía el Kurdistán ni existe, ni se reconoce. La mayor ciudad de los kurdos de Turquía ha pasado momentos difíciles relacionados con el conflicto kurdo y el terrorismo, lo que ha hecho que sea más conocida por estos temas que por su riqueza cultural. Sin embargo merece la pena ir a Diyarbakir y pasear por las murallas de basalto negro, que se extienden durante cinco kilómetros y medio rodeando la ciudad antigua.  No se conoce exactamente la fecha de su construcción, pero se sabe que fueron restauradas por el primer emperador cristiano Constantino II en el año 349 y su característica principal es que están construidas íntegramente con basalto negro. En algunos tramos miden hasta doce metros de altura y 5 metros de ancho y conservan  16 torres de vigilancia y cuatro puertas. La muralla está completa, sin cortes, lo que la hace la segunda del mundo en extensión, después de la Gran Muralla China. Desde lo alto se puede ver las huertas plantadas de frutales, regadas por el (sorprendentemente) diminuto río Tigris.

Puerta de las murallas. Diyarbakir
 Nuestra visita a la ciudad
 Nos alojamos en el hotel Büyük Kervansaray (Gran caravansar) cerca de Mardin Kapisi (puerta del sur). Es un antiguo caravansar, lugar donde pernoctaban las caravanas y los tesoros que éstas transportaban, y la restauración del edificio ha respetado la estructura del siglo XVI. Vemos varias habitaciones antes de decidirnos por una de ellas. Todas tienen pequeñas puertas de acceso, en las que hay que inclinarse para poder pasar. Las habitaciones son pequeñas y oscuras, con una única y estrecha ventana. Las mercancías preciosas que cargaban las caravanas eran custodiadas en pequeños espacios, apenas ventilados por estrechas aperturas, al objeto de impedir que fuesen robadas por los ladrones que acechaban estas rutas.
Personas de Diyarbakir



Finalmente elegimos una habitación cerca del patio. El baño es amplio y tiene yacuzzi; Luis lo aprovecha para lavar la ropa y centrifugarla con las burbujas, aunque no resulta ser muy práctico. Nos va a costar casi 100 USD, pero estamos tan cansados después de 4 semanas de viaje (salimos de El Cairo) que nos seduce el atractivo ambiente del caravanseray y renunciamos a las opciones de alojamiento económicas.  El hotel lo ocupan en su mayoría grupos de hombres de negocios (algunos son rusos) que viajan en buenos coches. Se reúnen en la terraza al aire libre que ocupa el patio, con diferencia la parte más agradable del hotel. Nos observamos mutuamente, nosotros nos preguntamos qué negocios les traen a Diyarbakir, ellos nos miran con ojos de no entender que hacen unos turistas por estos lugares. En este patio nos ofrecen fruta fresca a discrección durante todo el día y por la noche se anima con músicos tradicionales que amenizan la cena. Cuando volvemos a la habitación vemos que se ha llenado de hormigas, (inconvenientes del viaje); el personal acude a echarles veneno pero cada vez son más, así que pasamos de ellas, les dejamos que lleven su ruta por el baño y procuramos no molestarlas mucho.
Vendedor de té. Diyarbakir
Maneras de seductor. Diyarbakir
 Diyarbakir es una ciudad pobre, algo deprimida y parece saturada de refugiados huídos de la violencia de décadas pasadas. Paseando por sus calles podemos descubrir casas señoriales, caravanserais, iglesias o mezquitas, en su mayoría deterioradas, que nos dan idea de un pasado mas boyante que el actual. La ciudada amurallada tiene planta romana, con dos grandes calles que forman una cruz; nuestro hotel se encuentra en la calle principal, que está siempre animada. Nos sorprende el gran número de personas que siguen vistiendo los trajes tradicionales. Nos perdemos por las calles secundarias, bulliciosas, pobres y deprimidas, con niños que nos piden money, sus mamás que nos observan y sus padres que se preguntan qué hacemos por esos lugares. Sin embargo no nos sentimos en peligro. Observamos el hacinamiento de la ciudad, con las migraciones recientes, Vamos encontrando preciosos y derruidos edificios de piedra que a pesar de su estado siguen conservando una torre, piedras talladas o un relieve...
Iglesia de la Virgen Maria
Minarete de cuatro patas
Nos acercamos hasta la Mezquita de Hazreti Süleyman que contiene las tumba de 27 Mártires. Es jueves, día de peregrinación y de visita. El lugar está lleno de gente rezando, la mayoría mujeres, en una locura colectiva de rezos, salmos y plegarias recitadas en voz alta. Al final de esta entrada insertamos unas fotos con música.
Subimos a las murallas, que se conservan en muy buen estado y desde arriba nos permiten ver las partes vieja y nueva de la ciudad. Apenas hay turistas en la ciudad, la gente es muy amable, y a pesar de las reticencias que nos aconsejaban no visitar Diyarbakir, no tenemos sensación de inseguridad.
composición casual
Por la noche las familias salen a tomar la fresca, algunos traen con ellos una cabra o varias ovejas para que pasten en los jardines que rodean las murallas.
Decidimos hacer en tren el viaje de vuelta a Estambul. Cuando lo comentamos nos miran con sorpresa e insisten en que es mejor el avión. Parecen no entender y adivinamos en su sonrisa que piensan que estamos locos. Son 40 h. hasta Estambul, pero tenemos previsto descansar en Ankara por el día en un hotel barato y seguir hasta Estambul en otro tren nocturno.
Encargamos en un restaurante la comida para el viaje. Nos preparan un menú buenísimo y barato a base de arroz, pollo frito, berenjenas, pan con semillas,.. Un vigilante de la estación se ha visto en la obligación de insistir en los peligros del viaje, nos ha aconsejado vigilar bien nuestra maleta y sobre todo no comer ni beber nada que nos ofrezcan. Me mete el miedo en el cuerpo (con lo miedica que soy). Y entro en el tren con todo tipo de prevenciones que se disipan a los pocos minutos. Compartimos el vagón del tren con un padre, empleado de cultura en el Ayuntamiento de Diyarbakir y su hija de 6 años que tiene un problema en el tendón de un brazo. Van al médico a Estambul (80 h de viaje de i/v) en tren porque al padre le hacen descuento. Son encantadores y resulta muy agradable compartir con ellos un viaje tan largo.
Tren a Ankara
Compañeros de viaje
 Atravesamos toda Anatolia. El tren es algo viejo y para a menudo, sin embargo hemos podido disfrutar del viento (se pueden bajar las ventanillas) y ver pasar todo tipo de paisajes. 25 horas más tarde llegamos a Ankara y nos despedimos de nuestros compañeros de vagón que continúan viaje hasta Estambul. La ternura que nos transmitireron en el viaje se ha quedado con nosotros y deseo lo mejor para ellos.

domingo, 10 de junio de 2012

Turquía. Senliurfa, la ciudad de los profetas


Estanque de Abraham
Una mujer observa el estanque de Abraham
Una amplia y extensa llanura separa Antioquía de Senliurfa (Urfa). Las siete horas del viaje en autobús nos permiten ver el paisaje. Las plantaciones de pistachos, garbanzos y lentejas se intercalan con los extensos campos de trigo y cebada. El trayecto se hace lento y pesado, así que al llegar a Senliurfa lo compensamos alojándonos en una coqueta casa antigua convertida en hotel que resulta algo cara pero por un día nos damos el lujo.
Vendedor de comida para los peces
Dando de comer a los peces
La ciudad de Urfa, conocida como la ciudad de los profetas, es nombrada en el Antiguo Testamento como lugar en el que vivieron grandes profetas como el santo Job, Elias o Moisés. En Urfa nació Abraham, el profeta reconocido por judios, cristianos y musulmanes (Ibrahim para los musulmanes) y los peregrinos vienen a visitar la cueva en la que vivió sus primeros siete años.  Sanliurfa es, después de Konya, la ciudad santa mas importante de Turquía.
Situada entre el Tigris y el Eúfrates, en la antigua Mesopotamia, es la cuna de las civilizaciones antiguas, por allí han pasado distintos pueblos (incluso se ubicó en estas tierras el paraíso terrenal). Durante siglos se la conoció con el nombre de Edesa  hasta que en el s. XVII los otomanos pasaron a llamarla Urfa. Ya en el s. XX (1984) por el “heroico” papel jugado por Urfa durante la guerra de la independencia, la ciudad recibió el título de Sanli (Honorable / Gloriosa) que se unió a su nombre Urfa. Esto venía a compensar un agravio comparativo con otra ciudad de la región: Antep, que ostentaba el título de Gazi (heróica).

Un grupo de peregrinos
El estanque visto desde la medersa 
 Urfa y la región de Anatolia (al este de Turquía) es en su mayoría de población kurda. Los kurdos tiene un idioma propio y durante años han reclamado la creación del estado del Kurdistán pero la dispersión de la población kurda, distribuida en cuatro países, hace difícil la solución del problema (aprox. el 45% vive en Turquía, 25% en Irán, otro 25% en Iraq y un 5% en Siria).
La cueva de Abraham
Los grandes lugares de peregrinaje, sean de la religión que sean, suelen tener sus historietas o leyendas y la de Sanliurfa es especialmente atractiva y tiene que ver con el lugar más especial, centro de peregrinación musulmana de Urfa: el lago de Abraham,
Se cuenta que el “malvado” rey asirio Nimrob (enamorado en secreto de la bella hija de Abraham) al ver que Abraham no solo no adoraba a los dioses paganos sino que los destruía,  mandó quemarlo en una hoguera, pero Dios, ante la santidad de Abraham, hizo un milagro y transformó la hoguera en agua y los palos en peces y así Abraham se salvó.  Intentó matarlo de nuevo y lo lanzó desde lo alto de la ciudadela pero, de nuevo, una alfombra de rosas evitó su muerte.
Como memoria del milagro se conserva el estanque de Abraham lleno de carpas sagradas (las carpas de Dios) que según la tradición dejará ciego a quien ose comerse alguna de ellas. Las lagrimas derramadas por la  hija de Abraham crearon otro lago pequeño llamado los “ojos (lagrimas) de Zelhiha”.
Los autobuses llenos de peregrinos paran cerca del estanque y a través del jardín de rosas (las rosas sagradas) los visitantes acceden al estanque. Muchos de ellos son “abuelitos” de las provincias cercanas, los hombres llevan los típicos pantalones bombachos llamados shalvar y las mujeres se cubren con enormes mantones negros que sujetan con la boca mordiendo una de las puntas. Se mueven con devoción por la orilla del lago dando de comer a las carpas, que están gordas cebonas y que (como no tienen memoria) no recuerdan que no paran de comer.
Mezquita Mevlid i Halil  y la ciudad de Sanliurfa
Los devotos van y vienen hasta el fondo del estanque, rezan en la mezquita de Halil-ur-Rahman al lado del estanque (construida en 1211) o descansan tomando un té a la sombra de los árboles. Al lado del estanque se encuentra la cueva en la que nació Abraham. Se accede por una baja y estrecha puerta dividida en dos, una entrada para los hombres y otra para las mujeres, que te obliga a entrar inclinado. El interior es sencillo, una cueva húmeda con agua goteando por las paredes (agua milagrosa con poder de curación). Las pocas personas que caben en el interior rezan con devoción arrodilladas sobre las viejas alfombras del suelo.
Los no musulmanes parecemos patos mareados sin llegar a entender bien la importancia del lugar.
Trono de Nemrut. Ciudadela
Una calle de Urfa
Las columnas de la Ciudadela (kale), conocidas como el trono de Nemrut, se pueden ver desde toda la ciudad. Son dos columnas gemelas en lo alto de la colina. No se conoce la fecha exacta de su construcción (posiblemente el S. VI ) pero como buena ciudadela de defensa hay referencias que indican que ha sido destruida y reconstruida varias veces a lo largo de los siglos.
En la ciudad lo antiguo y tradicional se mezcla con lo más actual e innovador. Pastores de pequeños rebaños de cabras cruzan por calles de tierra mientras los grandes 4x4 van a gran velocidad por la avenida. Es una ciudad tranquila y agradable, llena de antiguos e importantes edificios recuerdo de su rico pasado.
Paseando por la parte antigua de la ciudad se ven preciosas casas tradicionales con patios con una fuente en el medio, semiderruidas en muchos casos. Algunas de ellas se han restaurado y convertido en hoteles o restaurantes.
Zapatero en el mercado

Sastres del mercado
Tetería del mercado
 La vida gira en torno al bazar -zoco- mercado, una antigua estructura del s. XVI que alberga a un tiempo el comercio actual y a los artesanos con sus trabajos tradicionales. Nos sorprenden los pañuelos de color lila claro con bordados en las orillas que la mayoría de hombres y mujeres llevan, idénticos pañuelos con los que cubren la cabeza o cuelgan en los hombros.
Una mujer en Urfa
Las carpas sagradas
Mi amiga Carmen Orte tiene un espectaculo musical de canciones sefardíes titulado "Yo me enamore de un aire". Una de ellas es esta canción que se refiere al profeta Abraham. 


Dejamos la ciudad para ir a Diyarbakir, pero eso ya es otro capítulo.