miércoles, 29 de mayo de 2013

Mi primer viaje. China en 1989 (1/2)

El hombre del tanque
Mi primer viaje al extranjero, mas allá de cruzar la frontera del Portalet (Francia) para comprar unos quesos y presumir de haber salido de España, fue en el año 1989 a China.
Preparamos el viaje en pocos días y aunque la concentración de los jóvenes en la Plaza de Tiananmen ocupaba las portadas de los periódicos, consideramos que merecía la pena aprovechar la invitación de Domènec, el amigo de Victor que estaba viviendo en Pekín, y visitar juntos algunas provincias chinas.
Domènec volvía a España después de pasar un año en Pekín, contratado por el gobierno chino con el objetivo de formar directivos en gestión de fábricas textiles. Y la estrategia china dio resultado pues tres décadas después los chinos controlan los textiles del mundo, pero eso es otro asunto.
No llegué a conocer a Domènec. Cuando llegamos a Pekin él y su familia estaban de viaje por Mongolia, en unos días volvían para iniciar juntos el viaje. Los acontecimientos se precipitaron y tuvieron dificultades para volver, así que iniciamos el viaje hacia el sur, hasta Shanghai, para juntarnos en una semana. De nuevo los acontecimientos nos cambiaron los planes. La decisión del gobierno chino de que los tanques entrasen en la Plaza de Tiananmen, nos obligó a salir precipitadamente de China en dirección a Hong Kong, que en aquellos años era colonia del Reino Unido.
Estuvimos en la plaza unos días antes de la cruel matanza. Los jóvenes concentrados se nos acercaban a pedirnos autógrafos, muchos de ellos no habían visto nunca un occidental. Eran estudiantes venidos de provincias lejanas en busca de un poco de libertad y su gran desafío era estar allí.

martes, 21 de mayo de 2013

Pobre pero sexy. Primavera en Berlín (2/2)








 Viene de Pobre pero sexy. Primavera en Berlín 1/2

Cogemos el S-Bahn para ir a Potsdam, al llegar un chico de Palencia, que vendía tours para turistas, nos explica los mejores lugares que visitar en la ciudad. Es ingeniero industrial y nos dice que tenia ganas de hablar español. Cogemos el tranvía que nos indica (605) hasta la puerta de Brandenburgo (aquí también hay una). Al bajarnos en la Luisenplatz vemos el jardín de un restaurante que nos parece paradisíaco; allí mismo nos comemos un menú con un precio que es récord a la baja: 5,50€.  Vamos andando hasta el parque Sanssouci donde se encuentran los palacios construidos cuando Federico el Grande fijó su residencia en este lugar (1744).
El parque alberga muchos edificios magníficos: los palacios de estilo neoclasico, un estilo que a mi no me impresiona, aunque reconozco que son bastante bonitos. Se encuentran en un enorme parque con jardines,  vamos pasando por el Palacio Sanssouci, que nos parece sencillo con su única planta y su viñedo ornamental, por la Neue Orangerie que es un invernadero de aspecto faraónico y, por último, el suntuoso Palacio Nuevo construido para celebrar el fin de la Guerra de los Siete Años. No entramos en ninguno de ellos porque las entradas son caras y además es ya tarde para verlos con calma.
Las horas pasan rápidas por este precioso parque y la amenaza de lluvia nos convence para volver al centro en bus.

martes, 14 de mayo de 2013

Pobre pero sexy. Primavera en Berlín (1/2)

 "Berlin ist arm, aber sexy"- "Berlín es pobre, pero sexy" son las palabras de Klaus Wowereit, ossi (nacido en Alemania del Este), homosexual y alcalde de Berlín. Describe así esta ciudad sin apenas industria, que posee el mayor índice de paro de toda Alemania (13%, el doble de la media del país) y que sin embargo es rica (muy rica) en historia, en cultura, arquitectura y arte y eso la hace especial, con encanto.
Viajamos a Berlín la semana pasada, del 4 al 12 de mayo de 2013. Llegamos por la tarde al céntrico aeropuerto de Tegel. Allí mismo, en la oficina de turismo, compramos la tarjeta de museos (tres días 24 €) y la del transporte (7 dias 36 €) que activaremos al día siguiente. Cogemos el autobus (2,4 €) hasta Alexanderplatz y vamos andando a nuestro hotel en Prenzlauerberg. Ampelmann, el hombrecillo con sombrero de los semáforos conservados de la época de la RDA, nos dice que estamos en Berlín Este.