sábado, 28 de abril de 2012

Primavera en París

Plaza de la Concorde
 ¿A que suena romántico?. Efectivamente la primavera, que la sangre altera, es una época del año llena de luz y alegría, pero también de clima inestable que pasa del frío al calor y del sol a la lluvia.
Hemos visitado París durante 6 días y nos ha ofrecido su versión de primavera más fría y lluviosa. ¡Caladicos perdidos hemos pasado los días!. Pero aún así, paraguas en ristre, no hemos dejado de recorrer la ciudad a fondo.

Plaza de la Bastilla

Ayuntamiento de París
 Llegamos el sábado día 21 de abril (aguas mil) en un vuelo de Ryanair, coincidiendo con la jornada de reflexión previa a la primera vuelta de las elecciones a la presidencia de Francia y todavía podemos ver en las calles los carteles de los candidatos. A las 10 de la noche ya estábamos paseando por la Place de la Bastille (una fortaleza que, como casi todos saben, ya no existe) viendo la marcha del sábado noche. Quedamos con nuestra sobrina, que vive cerca de allí, en el barrio judío de la rue des Rosiers. No muy lejos se encuentra la aristocrática Place des Vosges, en la que han habitado personajes famosos como el cardenal Richelieu o Victor Hugo y más recientemente el que fuera político socialista y presidente del FMI (aunque se haya hecho más famoso por sus hazañas sexuales) Dominique Strauss-Kahn.   
Gare de Lyon
La mañana del domingo, los parisinos disfrutan comprando en los mercados callejeros. Cerca de nuestro hotel nos encontramos con el mayor de todos: el del bulevar Richard Lenoir, con puestos de diseño de frutas, verduras, mariscos, carnes o quesos, exquisitamente montados, elegantes y caros.
De allí nos vamos al de la Place d´Aligre, de ambiente mucho más popular y económico. En una de las calles adyacentes, en el bar Baron Rouge, turistas y lugareños toman el vermú.
Llegamos hasta la Gare de Lyon, la única estación de París que conserva su torre del reloj y seguimos caminando  hasta la Mairie (Ayuntamiento), un impresionante palacio renacentista que hasta la fecha sigue siendo la sede del Consejo Municipal. Y como ya es la hora en que se suele comer por aquí, nos dirigimos a una de las muchas instituciones gastronómicas de París: el restaurante "Au pied de cochon", en la zona comercial de Les Halles, que presume de estar abierto sin interrupción, las 24 h del día, desde el año 1947. Su famoso jarrete de cerdo guisado con lentejas nos depara una digestión pesada durante toda la tarde.
Notre Dame
Aún así nos animamos a seguir caminando hasta la catedral de Notre Dame; seguimos una fila de gente que entra y al llegar a la puerta nos dan una hoja con canciones. Parece ser que el arzobispo de París va a celebrar una misa en recuerdo de la proclamación del Papa Benedicto XVI,  pero antes podemos escuchar unas magníficas "vísperas" del rito armenio, cantadas por varias voces extraordinarias. Nos quedamos escuchando el final y a continuación vemos procesionar al prelado, con todo su séquito, en medio de grandes vapores de incienso; en ese momento nos deslizamos fuera discretamente y escapamos. Al salir nos damos cuenta de que el precio de la entrada cuesta 8€; a nosotros nos ha salido casualmente gratis.
Ya de noche nos enteramos del resultado de las elecciones; aunque las cifras son provisionales y van variando por momentos, ya desde el principio parece claro que Hollande y Sarkozy son los que pasan a la segunda vuelta, con ventaja para el primero en intención de voto.
Colegio electoral
Aunque el lunes 23 de abril (fiesta de san Jorge en Aragón) llueve a mares en París, subimos hasta el Sacré Coeur y el barrio de Montmartre. Paseamos por las calles del barrio, nos metemos en alguna exposición y visitamos la basílica, cuya proverbial fealdad no nos parece que sea para tanto. Seguimos la ruta por uno de los barrios de población árabe-africana (cerca de la Gare du Nord), comemos un couscous y, ya cansados de mojarnos, volvemos al hotel.
Tenemos entradas para la Opéra Bastille, con el típico programa doble Cavalleria rusticana-Pagliacci. Visto desde fuera el edificio de la Ópera es bastante feo, pero el interior resulta agradable, amplio y luminoso. Además este auditorio goza de una acústica impresionante y aunque no estamos precisamente cerca del escenario (el aforo es inmenso) la ópera se disfruta mucho mejor que en cualquiera de los teatros que hemos conocido hasta ahora. Al salir acompañamos a nuestra sobrina a su barrio y tenemos el privilegio de encontrar mesa en un chiringuito de bocadillos que se ha hecho famosísimo: el As du falafel.
Opera Bastille
El martes el clima combina lluvia y sol. Nos mudamos a un hotel cercano a la Gare de l'Est y a continuación salimos a pasear por el bulevar hasta el Centre Pompidou. Volvemos a pasar por el gran centro comercial Forum des Halles porque estoy buscando un par de libros y está claro que los encontraré más fácilmente en la famosa FNAC (los encuentro en 5 minutos). Después de almorzar en una típica brasserie especializada en cocina de Córcega seguimos el recorrido hasta el Quartier Latin y el barrio Mouffetard-Contrescarpe (famoso por la película de Kieslowski "Trois couleurs-Bleu"); nos tomamos un té en el café de la Mezquita de París, paseamos por el Jardín Botánico y nos acercamos hasta el Sena para ver navegar a los numerosos barcos turísticos.

Museo d´Orsay

El Museo de Louvre desde el Museo d´Orsay
  El miércoles de nuevo amanece lluvioso y decidimos ir al Musée d'Orsay para evitar mojarnos. Nos mojamos de todos modos ya que pasamos casi una hora de fila en la calle antes de llegar a las ventanillas; a pesar de eso y de la gran aglomeración de gente disfrutamos de 3 horas contemplando las obras de la planta 5ª (Galérie des impressionistes) y de la exposición temporal de los desnudos de Degas.
Ópera Garnier. Cúpula de Chagall 

Ópera Garnier
Tenemos entrada para ir por la tarde a la "otra ópera", es decir el aristocrático Palais Garnier. Este mes el Ballet de la Opéra National de Paris representa L'histoire de Manon, una coreografía de Kenneth McMillan con música de Jules Massenet.. El palacio, que vemos por primera vez, es un ejemplo de lujo ostentoso, construido con materiales nobles, con escaleras de mármol y lámparas de cristal antiguas. La bóveda central está pintada por el ruso Chagall y es imposible dejar de admirarla desde la platea y los palcos; la escalinata principal y los salones son dignos de un palacio real.
Galerias Lafayette
Compras en Chanel
Angelote del puente Alexandre III.
Antes de entrar al teatro nos perdemos por las famosas Galéries Lafayette. Estos grandes almacenes ocupan varios edificios, pero la parte más sorprendente es el gran atrio central con vidrieras y balconcitos dorados del edificio antiguo. En las tiendas de lujo los nuevos ricos asiáticos hacen fila ordenadamente para comprar en Chanel o en Louis Vuitton.
No queríamos dejar Paris sin ver de cerca la Tour Eiffel y las filas de gente esperando para sacar entrada o para subir en el ascensor. En los alrededores de esta zona turística, gitanos rumanos nos intentan engañar con el viejo truco del anillo de oro encontrado en la calle.
A las 4 cogemos el autobús que nos lleva al aeropuerto de Beauvais y a las siete en punto sale el avión que nos devuelve al hogar, a Zaragoza.


Torre Eiffel

2 comentarios:

Oscuelar dijo...

París siempre espectacular! muy interesante la parte del centro Pompidou, un lugar que merece la pena!

Pilar Brun dijo...

Efectivamente Oscar, París tiene muchos lugares que visitar y disfrutar.