sábado, 23 de junio de 2012

Turquía. Estambul

El Bósforo
-->
Llegamos a Ankara a primera hora de la mañana. Compramos  billete para el tren que sale a las 9 de la noche hacia Estambul y, puesto que en la estación no hay consigna para dejar las maletas, buscamos un hotel barato en la zona alta (antigua) de la ciudad y dejamos allí el equipaje. Salimos a pasear por Ankara y visitamos el famoso Museo de las Civilizaciones de Anatolia, que no es tan grande como nos habíamos imaginado pero contiene algunas piezas muy interesantes.
Estación de tren de Haydarpasha
En el tren nocturno que nos lleva a Estambul disponemos de una cómoda cabina con dos camas, lavabo, armarios, etc. por una tarifa muy barata en comparación con los países europeos. Aún así el tren circula casi vacío; es una lástima que se esté perdiendo también aquí esta modalidad de viaje, acosada por la competencia de los autobuses (más baratos) y del avión (más rápido). De momento disfrutamos de esta reliquia del pasado en forma de coche-cama que nos traquetea y acuna suavemente durante toda la noche, vigilados por la media luna que representa a la República Turca. 
Llegamos a la estación de Haydarpashá de Estambul poco después de amanecer, cuando la ciudad se despierta e inicia la actividad. La estación es un edificio neoclásico con cierto aire de ostentación construido entre 1906-1908 por ingenieros del Imperio Alemán, que proyectaban unir por ferrocarril la capital otomana con La Meca. Y casi lo consiguieron, hasta que un tal Lawrence se encargó de destruir el tramo árabe, que entonces finalizaba en Medina. Haydarpashá se encuentra en Üsküdar, la parte asiática y moderna de la actual conurbación de Estambul, y de aquí salen y llegan todos los trenes con destinos en Anatolia o incluso Irán, mientras que los trayectos europeos utilizan la también histórica estación Sirkeci.
Puesta de sol en Estambul
Una flota de ferris comunica las dos orillas del Bósforo y une los extremos de los dos continentes: Asia y Europa.
Contemplar Estambul desde Haydarpashá es una preciosa imagen en la que se perfilan al fondo los grandes monumentos que hacen de esta ciudad una de las mas bonitas del mundo; el palacio de Topkapi, los minaretes de la Mezquita Azul, la mezquita de Suleimaniye, la mezquita Nueva, la Torre Galata y otros minatetes y torres que no identificamos y que se mezclan con los edificios antiguos y modernos y que nos encanta observar.
Hemos visitado varias veces esta ciudad y siempre me sorprende y emociona. Una ciudad de nueve millones de habitantes con un rico pasado y un dinámico presente da juego para muchas visitas y muchos rincones. Siempre hay algo nuevo que ver. 
              Tranvía en la calle Istiklal.    Foto:Wikipedia
Estambul está cambiando a pasos agigantados y cada vez se parece más a cualquier ciudad turística europea, sin embargo esta evolución no le resta interés sino que le aporta un valor nuevo, mezclando el aire oriental que la hace tan especial con el ambiente de una ciudad actual, dinámica y abierta.
Estambul tiene joyas que no importa volver a visitar una y otra vez; lugares que se disfrutan solamente estando; siluetas de la ciudad que aparecen de repente, te sorprenden o te vuelven a emocionar.
Si quiero hacer una entrada con lo mejor de Estambul ¿qué puedo destacar de ella?.¿por dónde empiezo?. ¿qué me impresiona mas de esta ciudad?... Difícil resumir porque Estambul es especial desde muchos puntos de vista. Empezando por su ubicación: es la única ciudad del mundo que está situada entre dos continentes, entre Europa y Asia, entre Oriente y Occidente. Una ciudad a orillas del Bósforo, el estrecho que une dos mares: el mar de Mármara y el mar Negro. Con un histórico estuario natural al inicio del Mar deMármara llamado el Cuerno de Oro y construida sobre siete colinas.
            Palacio de Topkapi    Foto:www.estambul.org
Puedo destacar su historia. La situación estratégica de Estambul la ha convertido en un referente continuo a lo largo de la Historia. El primer asentamiento se remonta a la Edad de Bronce. Fue una ciudad importante bajo el dominio del Imperio Persa. Conocida como Bizancio cuando era colonia griega. Bajo el Imperio Romano se le consideró una segunda capital y en el año 330 el emperador Constantino el Grande le cambio el nombre y la llamó Constantinopla. Al dividirse el Imperio (395) pasó a ser la capital del Imperio Romano de Oriente, Bizancio, y viv una de sus épocas mas brillantes. En estos años se construyó la Basílica de Santa Sofia.
En los siglos XI y XII el floreciente comercio de Constantinopla está en manos de genoveses y venecianos. Con la conquista del ejercito otomano en 1453 se la bautizó con el nombre actual de Estambul. Durante los s. XVI al XVIII se construyeron gran número de mezquitas, medersas y palacios. En 1923 se proclama en Turquía la república y deja de ser capital del país, pero no por eso pierde su peso cultural, industrial y comercial.
Nos podemos perder por la gran riqueza del patrimonio de Estambul. Las distintas culturas que han pasado por esta ciudad han dejado su legado plasmado en palacios, castillos, fortalezas, templos, mezquitas, medersas, iglesias, mercados...
Puesta de sol en Estambul II
Es imposible enumerar todos los monumentos de Estambul, sin embargo no puedo dejar de lado lugares tan impactantes como el Palacio de Topkapi, el más antiguo y extenso de Estambul, el lugar en el que vivían los sultanes y su corte. Situado en un lugar estratégico dominando el Bósforo.
Mezquita Azul y sus seis minaretes    Foto: www.estambul.org
Mezquita Azul. Foto:wikipedia
No lejos del palacio se construyó La mezquita Azul o Mezquita del Sultán Ahmet (s. XVII), que da nombre al barrio más turístico de la ciudad actual. Es la mezquita más grande y elegante de Estambul y fue construida con materiales nobles. Recibe su nombre por los mas de 20.000 mosaicos que decoran la parte superior de las cúpulas. 
        Iglesia de Santa Sofía               Foto:viajar.es
Justo enfrente se encuentra La Basílica de Santa Sofía, (actualmente museo de Ayasofya). Construida en 537, es la obra más impresionante y sagrada de la época Bizantina.  Se considera un prodigio de la arquitectura al ser la primera construcción de base cuadrada de este tamaño, cubierta por una cúpula central que supuso un enorme desafío arquitectónico para su época.  
Medusa de la Cisterna de Yerebetan
Al lado, descendiendo por una estrecha escalera, se llega al  Yerebatan Sarayi, la mas grande de las cisternas construidas en Estambul durante la época bizantina. El agua dulce se traía desde el Bosque de Belgrado, a 25 km de distancia y se guardaba en las 60 cisternas distribuidas por la ciudad.
Para su construcción en el año 532 se levantaron 336 columnas distribuidas en 12 filas de 28 columnas cada una. Se utilizaron piedras romanas de los alrededores. De este bosque de columnas destacan dos situadas al fondo, que tienen como base cabezas de medusa.
Medusa de la Cisterna de Yerebatan
Al lado de la cisterna se encuentra el restaurante Medusa en el que trabajaba nuestro amigo Ahmet antes de venir a Zaragoza. Cuando años después montó su propio local le puso el mismo nombre, El Medusa, un espacio de comida turca conocido en la ciudad.
Una calle del Gran Bazar. Foto: Wikipedia

Puerta entrada Gran Bazar. Foto:wikipedia
No lejos se encuentra el Gran Bazar ( Kapali Çarsi) el mercado más grande de Turquía al que se accede por 18 puertas diferentes. Ha funcionado como mercado de especies, de esclavos, como bolsa y banco, y actualmente no ha perdido su papel y cuenta con mas de 4.500 tiendas, en las que trabajan 15.000 personas. De todos estos comercios destacan las joyerías siendo el Gran Bazar el centro del comercio de oro. Además de tiendas tiene mezquita, capillas, fuentes, cafés y un restaurante bastante aceptable que se llama Pandeli Ushta...
Si vamos paseando hacia el puente de Gálata nos encontramos con el Bazar Egipcio, llamado así por ser el lugar en el que se vendían las especies traídas de Egipto. Se construyó en 1660 para financiar la construcción de la Yeni Yamii (Mezquita Nueva). Aunque mucho más pequeño que el Gran Bazar, el Egipcio es un mercado muy agradable, con un aire exótico y un perfume a especies en el ambiente, mucho mas oriental. La Mezquita Nueva (tiene mas de 400 años) cerca del Bazar y del Puente de Gálata es una de la más bonitas de Estambul. con un interior espectacular en mármol, azulejos de Iznik y vidrieras.
Mezquita Nueva
Justo enfrente, cruzando por el puente de Gálata está La torre de Gálata construida por los genoveses en el s XIV, situada estratégicamente para dominar el Bósforo, el Mar de Marmara y el Cuerno de Oro. Desde lo alto de la torre se contempla una amplia y preciosa panorámica de Estambul.
Este recorrido puede hacerse paseando ya que todos los monumentos están cercanos unos de otros.
San Salvador de Chora
Algo mas alejada del centro y cerca ya de las murallas exteriores de Bizancio se encuentra San Salvador de Chora ( actualmente Museo Kariye), una iglesia de estilo bizantino que conserva en su interior mosáicos y frescos del s XV con imágenes de la vida de Cristo y de las sagradas escrituras.
San Salvador de Chora
Y sobre todo Estambul tiene imágenes para retener y recordar: el atardecer sobre el puente de Gálata, con los pescadores que extienden sus cañas de pesca. Los puertos pesqueros con las gaviotas revoloteando a la búsqueda de algún manjar. Las tranquilas calles de Sültanahmet por la noche, cuando ya no quedan turistas y en la oscuridad destacan los minaretes iluminados de la Mezquita Azul y Santa Sofia. Cualquier café o té acompañado de un aromático narguile en una terraza forrada de alfombras y cojines con vistas...
Puesta de sol en el puente Gálata
Es una ciudad con muchos visitantes y cada uno la hace suya a su manera, pero desde luego a nadie deja indiferente.
Ah! se me olvidaba, también me gustan mucho los desayunos con un buen café turco y una tierna rosquilla de pan con semillas de sésamo (simit), que se venden por toda la ciudad xD
Al regresar a España, en un vuelo cuyo trayecto de ida no habíamos utilizado (cosa que no recomiendo hacer ya que las compañías suelen anular todo el billete), finalizamos uno de nuestros viajes más largos: 5 semanas intensas a través de todo el Medio Oriente, desde las polvorientas calles de El Cairo hasta la cosmopolita Estambul, con desvíos para conocer lugares que no habíamos visto antes como el Líbano o el Kurdistán. Ha sido un viaje exigente que ha puesto a prueba nuestra resistencia pero también, casi con total seguridad, el más apasionante en el que nos hemos embarcado. Por desgracia no siempre es posible repetir un periplo así; dos meses después de nuestro paso estalló una guerra entre el Líbano e Israel que dejó totalmente aislado al país de los cedros. Y en estos días la situación en Siria es todavía peor, con una salvaje guerra civil que se arrastra desde hace un año por todo el territorio.

No hay comentarios: