Llegamos
a Ankara a primera hora de la mañana. Compramos billete para el
tren que sale a las 9 de la noche hacia Estambul y, puesto que en la estación no hay
consigna para dejar las maletas, buscamos un hotel barato en la zona alta (antigua) de la ciudad y dejamos allí
el equipaje. Salimos a pasear por Ankara y visitamos el famoso Museo de las
Civilizaciones de Anatolia, que no es tan grande como nos habíamos imaginado pero contiene algunas piezas muy
interesantes.
Estación de tren de Haydarpasha |
En el
tren nocturno que nos lleva a Estambul disponemos de una cómoda cabina con dos camas, lavabo, armarios, etc. por una tarifa muy barata en comparación con los países europeos. Aún así el tren circula casi vacío; es una lástima que se esté perdiendo también aquí esta modalidad de viaje, acosada por la competencia de los autobuses (más baratos) y del avión (más rápido). De momento disfrutamos de esta reliquia del pasado en forma de coche-cama que nos traquetea y acuna suavemente durante toda la
noche, vigilados por la media luna que representa a la República Turca.
Llegamos a la estación de Haydarpashá de Estambul poco después de amanecer, cuando la ciudad se despierta e inicia la actividad. La estación es un edificio neoclásico con cierto aire de ostentación construido entre 1906-1908 por ingenieros del Imperio Alemán, que proyectaban unir por ferrocarril la capital otomana con La Meca. Y casi lo consiguieron, hasta que un tal Lawrence se encargó de destruir el tramo árabe, que entonces finalizaba en Medina. Haydarpashá se encuentra en Üsküdar, la parte asiática y moderna de la actual conurbación de Estambul, y de aquí salen y llegan todos los trenes con destinos en Anatolia o incluso Irán, mientras que los trayectos europeos utilizan la también histórica estación Sirkeci.
Llegamos a la estación de Haydarpashá de Estambul poco después de amanecer, cuando la ciudad se despierta e inicia la actividad. La estación es un edificio neoclásico con cierto aire de ostentación construido entre 1906-1908 por ingenieros del Imperio Alemán, que proyectaban unir por ferrocarril la capital otomana con La Meca. Y casi lo consiguieron, hasta que un tal Lawrence se encargó de destruir el tramo árabe, que entonces finalizaba en Medina. Haydarpashá se encuentra en Üsküdar, la parte asiática y moderna de la actual conurbación de Estambul, y de aquí salen y llegan todos los trenes con destinos en Anatolia o incluso Irán, mientras que los trayectos europeos utilizan la también histórica estación Sirkeci.
Una
flota de ferris comunica las dos orillas del Bósforo y une los
extremos de los dos continentes: Asia y Europa.
Contemplar
Estambul desde Haydarpashá es una preciosa imagen en la
que se perfilan al fondo los grandes monumentos que hacen de esta
ciudad una de las mas bonitas del mundo; el palacio de Topkapi, los
minaretes de la Mezquita Azul, la mezquita de Suleimaniye, la mezquita
Nueva, la Torre Galata y otros minatetes y torres que no
identificamos y que se mezclan con los edificios antiguos y modernos
y que nos encanta observar.
Hemos
visitado varias veces esta ciudad y siempre me sorprende y emociona.
Una ciudad de nueve millones de habitantes con un rico pasado y un
dinámico presente da juego para muchas visitas y muchos rincones.
Siempre hay algo nuevo que ver.
Estambul
está cambiando a pasos agigantados y cada vez se parece más a
cualquier ciudad turística europea, sin embargo esta evolución no
le resta interés sino que le aporta un valor nuevo, mezclando el aire
oriental que la hace tan especial con el ambiente de una ciudad
actual, dinámica y abierta.
Tranvía en la calle Istiklal. Foto:Wikipedia |
Estambul tiene joyas que no importa volver a visitar una y otra
vez; lugares que se disfrutan solamente estando; siluetas de la
ciudad que aparecen de repente, te sorprenden o te vuelven a
emocionar.
Si
quiero hacer una entrada con lo mejor de Estambul ¿qué puedo
destacar de ella?.¿por dónde empiezo?. ¿qué me impresiona mas de esta
ciudad?... Difícil resumir porque Estambul es especial desde muchos
puntos de vista. Empezando por su ubicación: es la única ciudad del mundo que está situada entre dos continentes,
entre Europa y Asia, entre Oriente y Occidente. Una ciudad a orillas
del Bósforo, el estrecho que une dos mares: el mar de Mármara y el
mar Negro. Con un histórico estuario natural al inicio del Mar
deMármara llamado el Cuerno de Oro y construida sobre siete colinas.
Palacio de Topkapi Foto:www.estambul.org |
En
los siglos XI y XII el floreciente comercio de Constantinopla está
en manos de genoveses y venecianos. Con la conquista del ejercito
otomano en 1453 se la bautizó con el nombre actual de Estambul.
Durante los s. XVI al XVIII se construyeron gran número de
mezquitas, medersas y palacios. En
1923 se proclama en Turquía la república y deja de ser capital del
país, pero no por eso pierde su peso cultural, industrial y
comercial.
Nos
podemos perder por la gran riqueza del patrimonio
de Estambul. Las distintas culturas que han pasado por esta ciudad
han dejado su legado
plasmado en palacios, castillos, fortalezas, templos, mezquitas,
medersas, iglesias, mercados...
Puesta de sol en Estambul II |
Mezquita Azul y sus seis minaretes Foto: www.estambul.org |
Mezquita Azul. Foto:wikipedia |
Iglesia de Santa Sofía Foto:viajar.es |
Justo
enfrente se encuentra La
Basílica de Santa Sofía, (actualmente museo de Ayasofya). Construida en 537, es la obra más impresionante y sagrada
de la época Bizantina. Se considera un prodigio de la
arquitectura al ser la primera construcción de base cuadrada de este
tamaño, cubierta por una cúpula central que supuso un enorme desafío arquitectónico para su época.
Medusa de la Cisterna de Yerebetan |
Al
lado, descendiendo por una estrecha escalera, se llega al Yerebatan Sarayi, la
mas grande de las cisternas construidas en Estambul durante la época
bizantina. El agua dulce se traía desde el Bosque de Belgrado, a 25
km de distancia y se guardaba en las 60 cisternas distribuidas por la
ciudad.
Para
su construcción en el año 532
se
levantaron 336 columnas distribuidas en 12 filas de 28 columnas cada
una. Se utilizaron piedras
romanas de
los alrededores. De este bosque
de columnas destacan dos situadas al fondo, que tienen como base
cabezas de medusa.
Medusa de la Cisterna de Yerebatan |
Al
lado de la cisterna se encuentra el restaurante Medusa en el que
trabajaba nuestro amigo Ahmet antes de venir a Zaragoza. Cuando años después montó su propio local le puso el mismo nombre, El
Medusa, un
espacio de comida turca conocido en la ciudad.
Una calle del Gran Bazar. Foto: Wikipedia |
Puerta entrada Gran Bazar. Foto:wikipedia |
No
lejos se encuentra el
Gran Bazar
( Kapali Çarsi) el mercado más grande de
Turquía al que se accede por 18 puertas diferentes. Ha funcionado
como mercado de especies, de esclavos, como bolsa y banco, y
actualmente no ha perdido su papel y cuenta con mas de 4.500 tiendas,
en las que trabajan 15.000 personas. De
todos estos comercios destacan las joyerías
siendo
el Gran Bazar el
centro del comercio de oro.
Además de tiendas tiene mezquita, capillas, fuentes, cafés y un restaurante bastante aceptable que se llama Pandeli Ushta...
Si
vamos paseando hacia el puente de Gálata nos encontramos con el
Bazar Egipcio,
llamado así por ser el lugar en el que se vendían las especies
traídas de Egipto. Se construyó en 1660 para financiar la construcción de la Yeni Yamii (Mezquita Nueva). Aunque mucho más pequeño que el Gran
Bazar, el Egipcio es un mercado muy
agradable, con un aire exótico y un
perfume a especies en el ambiente, mucho
mas oriental. La Mezquita Nueva (tiene mas de 400 años) cerca del Bazar y del Puente de Gálata es una de la más bonitas de Estambul. con un interior espectacular en mármol, azulejos de Iznik y vidrieras.
Mezquita Nueva |
Justo
enfrente, cruzando por el puente de Gálata
está La
torre de Gálata
construida
por los genoveses en el s XIV, situada estratégicamente para dominar
el Bósforo, el Mar de Marmara y el Cuerno de Oro. Desde lo alto de
la torre se contempla una amplia y
preciosa
panorámica de Estambul.
Este recorrido puede hacerse
paseando ya que todos
los
monumentos están cercanos
unos de otros.
San Salvador de Chora |
Algo
mas alejada del centro y cerca ya de las murallas exteriores de Bizancio se encuentra San
Salvador de Chora
( actualmente Museo Kariye), una iglesia de estilo bizantino que conserva en su interior
mosáicos y frescos del s XV con imágenes de la vida de Cristo y de
las
sagradas escrituras.
San Salvador de Chora |
Y
sobre todo Estambul tiene
imágenes para retener y
recordar: el atardecer sobre
el puente de Gálata, con los pescadores que extienden sus cañas de
pesca. Los puertos pesqueros con las gaviotas revoloteando a la búsqueda
de algún manjar. Las tranquilas calles de Sültanahmet por la noche,
cuando ya no quedan turistas y en la oscuridad destacan los minaretes
iluminados de la Mezquita Azul y Santa Sofia. Cualquier café o té acompañado de un aromático narguile
en una terraza forrada de alfombras y cojines con vistas...
Puesta de sol en el puente Gálata |
Es
una ciudad con muchos visitantes y cada uno la hace suya a su manera,
pero desde luego a nadie deja indiferente.
Ah!
se me olvidaba, también
me gustan mucho los desayunos
con un buen café turco y una
tierna
rosquilla de pan con semillas de sésamo (simit), que
se venden
por toda la ciudad xD
Al regresar a España, en un vuelo cuyo trayecto de ida no habíamos utilizado (cosa que no recomiendo hacer ya que las compañías suelen anular todo el billete), finalizamos uno de nuestros viajes más largos: 5 semanas intensas a través de todo el Medio Oriente, desde las polvorientas calles de El Cairo hasta la cosmopolita Estambul, con desvíos para conocer lugares que no habíamos visto antes como el Líbano o el Kurdistán. Ha sido un viaje exigente que ha puesto a prueba nuestra resistencia pero también, casi con total seguridad, el más apasionante en el que nos hemos embarcado. Por desgracia no siempre es posible repetir un periplo así; dos meses después de nuestro paso estalló una guerra entre el Líbano e Israel que dejó totalmente aislado al país de los cedros. Y en estos días la situación en Siria es todavía peor, con una salvaje guerra civil que se arrastra desde hace un año por todo el territorio.
Al regresar a España, en un vuelo cuyo trayecto de ida no habíamos utilizado (cosa que no recomiendo hacer ya que las compañías suelen anular todo el billete), finalizamos uno de nuestros viajes más largos: 5 semanas intensas a través de todo el Medio Oriente, desde las polvorientas calles de El Cairo hasta la cosmopolita Estambul, con desvíos para conocer lugares que no habíamos visto antes como el Líbano o el Kurdistán. Ha sido un viaje exigente que ha puesto a prueba nuestra resistencia pero también, casi con total seguridad, el más apasionante en el que nos hemos embarcado. Por desgracia no siempre es posible repetir un periplo así; dos meses después de nuestro paso estalló una guerra entre el Líbano e Israel que dejó totalmente aislado al país de los cedros. Y en estos días la situación en Siria es todavía peor, con una salvaje guerra civil que se arrastra desde hace un año por todo el territorio.
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