Paseamos por la ladera de una de las lenguas del glaciar Svinafelsjökul
Muy cerca, en un agradable paseo se llega hasta la cascada Svartifoss, cascada negra, llamada así por los bloques de basalto y que al romperse crean estas originales formas.
Si te acercas un poco más fascinan las enormes moles de los bloques de hielo e impresiona el rugido del hielo al resquebrajarse.
En el camino nos encontramos con la iglesia de Hof con el tejado cubierto de hierba, imitando las construcciones de estilo antiguo.
Höfn es conocida como la ciudad de las langostas. No podemos opinar sobre su sabor, no las probamos, el ligero desajuste del coste de vida de Islandia respecto a España no ayuda en los experimentos gastronómicos.
Como en Höfn llovía intensamente, una buena opción fue pasar un buen rato en las piscinas de agua termal.
A la orilla del mar, en Djupivogur, un precioso pueblo en Berfufjordur, una original escultura con cuernos de reno.
En el puerto de Breidalsvik, con las montañas nevadas y las flores de verano que se ven por todo el país. Un puerto parecido a los muchos puertos que nos vamos encontrando por los Fiordos del Este de Islandia.
Otros artículos sobre Islandia:
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2.- Por el sur de Islandia
3.- Círculo Dorado
4.- Vatnajökull el mayor glaciar de Islandia
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2 comentarios:
Impresionante país. Un beso
A ver qué os parece cuando lleguéis al norte. Ya contaréis...
Saludos.
Azcárate
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