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Valle del Aspe. Pirineos franceses |
La mañana del domingo disfrutamos de un
tranquilo desayuno en el hotel de Pau y un paseo refrescante por la pequeña
ciudad aún dormida. Antes de sacar el coche del garaje preguntamos por
el camino de salida, que la cosa está algo complicada.
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Las ovejas del valle de Ossau. Francia |
Nos
desviamos en Gan por la ruta que lleva al Valle de Aspe, a través de
bosques y tierras de cultivo.
En Laruns suele haber siempre un mercado o
feria los domingos; con dificultad encontramos un hueco para aparcar y
nos acercamos a la plaza. En efecto, hay un encuentro de empresas
locales que muestran sus productos y servicios, con degustación gratuita
de vinos. Como no tenemos prisa nos quedamos también a comer algo en el
sencillo restaurante L'Union.
Nada más salir de Laruns la carretera D918 asciende rápidamente para ir al encuentro del mítico
Col d'Aubisque, habitual en las pruebas ciclistas. Dentro de un mes la Vuelta a España pasará por aquí. Pero nosotros no llegamos a lo alto del puerto; tras salirnos del camino en el balneario de Eaux-Bonnes por la mala señalización seguimos subiendo empinadas cuestas hasta la estación de esquí alpino de
Gourette.
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Laruns. Valle del Aspe. Francia |
No habíamos estado antes aquí y la verdad es que el sitio nos impacta... Por lo rematadamente feo que es. Ninguna de las estaciones del Pirineo oscense llega al grado de desastre urbanístico que se ve aquí; cada casa es de un estilo y altura diferente a los demás y todas parecen entremezcladas sin orden ni concierto. Más tarde nos contarán que, cuando se montó la estación de esquí en los años 70, la commune des Eaux-Bonnes autorizó las construcciones pero sin ceder la propiedad del suelo, por lo que no se pueden levantar muros ni vallados.
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Los montes de Gourette. Pirineos franceses |
Aquí nos quedaremos esta noche, ya que hemos reservado alojamiento en el Chalet de L'Amoulat. Este también es un edificio anterior a la II Guerra Mundial; las habitaciones son pequeñas y muy sencillas, revestidas de madera al estilo de los refugios alpinos.
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Valle Ossau. Francia |
Su propietaria es la simpática y emprendedora Brigitte Caillaud.
Poco podemos hacer en las horas de luz que nos restan. Hay un telesilla que en invierno sube hasta la cota de casi 2000 metros del "Secteur Cotch", pero en la oficina de turismo comprobamos que en el verano no funciona. Sólo está en servicio el telecabina de Bezou, que salva un desnivel de apenas 200 metros hasta un área de juegos infantiles, donde también alquilan bicicletas de montaña y cosas así. Como esto no nos interesa, nos conformamos con dar un paseo por el sendero que sube por el sur para alcanzar las alturas. Al bajar vemos claramente cómo desde el núcleo urbano de Gourette no se ve nada en absoluto, así que nos sentamos a contemplar el atardecer en la terraza del bar-restaurante Le Grand Blanc, justo al lado de la estación de telecabina. Desde aquí se ve muy bien el circo de montañas que encierran a Gourette, con el Pic de Ger y la Pène Blanque como cimas más altas. Saboreamos un kir (aperitivo de vino blanco con crema de cassis) y, cuando ya está oscureciendo, nos entra hambre y decidimos quedarnos a comer algo. Naturalmente pedimos nuestra especialidad favorita del recetario bearnés: la garbure aux manchons de canard.
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Hacia el Lac d' Anglás. Francia |
La mañana del lunes hemos recuperado fuerzas y nos decidimos a hacer la excursión típica del verano en Gourette: la subida al
Lac d'Anglas, a 2068 metros de altitud. No estamos seguros de que las fuerzas nos den para tanto, pero vamos tranquilos porque hemos salido muy temprano. Se comienza subiendo a través del bonito Bois de Saxe; más allá ya no hay sombras que nos protejan, pero no pasaremos calor en todo el día, por suerte el cielo se va nublando a medida que pasan las horas. El sendero asciende paralelo a un valle de magníficos pastos; vamos despacio y nos adelantan los excursionistas que han salido más tarde, pero no nos inquietamos, al pasar frente a las paredes rocosas de la Pène Sarrière ya sabemos que llegaremos al lago, nos queda menos de una hora de marcha.
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Hacia el Lac d' Anglás. Francia |
Y ya lo creo que llegamos... sin resuello, claro! Pero ha valido la pena, el lago es precioso, grande (más de 2Ha) y con la luz que todavía cae a plomo se refleja en él la cima del Pic d'Anglas, adornada con restos de nieve. En la orilla opuesta se alzan las ruinas de una mina de hierro, que estuvo en explotación hasta bien entrado el siglo XX.
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En el Lac d'Anglas. Francia |
En poco rato el cielo se nubla del todo e incluso amenaza lluvia. Pero para cuando llegamos de vuelta a Gourette ya está casi despejado otra vez. Nos ponemos en ruta enseguida, pero hacemos una parada en la plaza de
Eaux-Bonnes para coger agua de la fuente y comernos los bocadillos que nos han sobrado. Este pequeño pueblo entró en decadencia a la vez que su enorme balneario, hace muchas décadas. Por suerte las termas se han reconvertido y siguen abiertas, aunque la mayoría de turistas vienen atraídos más bien por los deportes de verano e invierno. Su plaza central es inmensa, seguramente hace un siglo fue escenario de los paseos de gentes muy elegantes; en la actualidad tiene menos "glamour" pero eso no significa que no tenga vida. Mientras permanecemos descansando en un banco empiezan a concentrarse personas de todas las edades; en cuanto un grupo se completa, aparecen las bolas y en un momento toda la plaza está jugando a la petanca, lo cual no nos sorprendería en absoluto si no fuera porque el terreno presenta un desnivel más que notable.
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Sol y sombra |
Y ya se nos ha acabado el viaje, sólo nos queda un largo trayecto de vuelta a través del Col du Pourtalet, esperando no pillar muchos atascos de final de Puente.
2 comentarios:
Como siempre: ¡espectacular y envidiable. Un beso y ¡Feliz 2017!
Tu bien lo sabes José Luis que con tu vieja mochila recorres todos los rincones del Pirineo. Feliz 2017
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