miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Ópera en Zaragoza? Concurso Internacional de canto Monserrat Caballé

Cartel del concurso
El crítico musical e historiador Roger Alier nos contaba hace poco, durante la conferencia que pronunció en el Museo Camón Aznar, que las primeras representaciones de ópera en Zaragoza se remontan a la época del rey Carlos III. Y me consta que la afición a esta refinada forma de "teatro cantado" seguía muy viva en nuestra ciudad ya bien entrado el siglo XX.
Pero hablar de todo eso es hablar del pasado; en la actualidad no tenemos verdaderas muestras de ópera en Zaragoza y mucho menos una temporada ni tampoco contamos con escenarios estables de ópera. Ni el venerable Teatro Principal ni el moderno pero disfuncional Auditorio están preparados para acogerla.... y para colmo, nuestras autoridades culturales están muy lejos de mostrar interés por traer a la ciudad a cantantes de prestigio.
Pero al menos contamos, eso sí, con un certamen de canto que se cuenta entre los mejores y más codiciados del mundo. En septiembre hemos asistido a la celebración de la XIIª edición del Concurso Internacional de Canto Montserrat Caballé.
   Jurado y finalistas del concurso   Foto: Tino Gil. Auditorio Zaragoza
Tenemos la suerte de que esta gran diva de talla universal siente un especial cariño por Zaragoza, debido a que su marido es originario de la región y pasó su juventud en la ciudad. No sólo presta su imagen y asiste a las sesiones de gala y entregas de premios, sino que además imparte una serie de clases magistrales, dirigidas a jóvenes cantantes en formación, que complementan el certamen añadiendo un importante centro de interés.
Participantes de las clases magistrales
 Foto: Tino Gil. Auditorio Zaragoza
Al concurso pueden presentarse jóvenes cantantes de hasta 33 años de cualquier lugar del mundo y la selección de candidatos se ocupa de asegurar que todos los continentes estén representados. Eso sí, hay además criterios de excelencia muy rigurosos, los candidatos deben probar un nivel y una trayectoria suficientes para aspirar al estátus profesional.
            Segundo premio Sergio Escobar        
Foto:Tino Gil. Auditorio Zaragoza

Los premios son atractivos, hay varios en metálico pero lo que realmente despierta el interés de los candidatos es la posibilidad de conseguir audiciones ante los gerentes de grandes teatros de Europa y América. Para eso el jurado cuenta con verdaderos "pesos pesados" del mundo operístico, que suelen acudir obligados por el cariño y lealtad que profesan a Montserrat Caballé. En el panel de este año figuraban nombres como el de la gran soprano norteamericana Cheryl Studer; Ioan Holender, antiguo director de la Ópera Estatal de Viena; el director de la revista Ópera Actual, Fernando Sans Rivière o el propio Roger Alier.
   La ganadora fue Agostina Smimmero  
Foto: Tino Gil. Auditorio Zaragoza
Para la edición de este año fueron seleccionados nada menos que 380 concursantes de unos 30 países diferentes. Se confrontaron en series eliminatorias a lo largo de tres maratonianas jornadas, hasta quedar en 38 seminifinalistas, los cuales volvieron a ser escuchados por el jurado en otra velada intensa. Todas las audiciones son públicas; yo me animé a presenciar la sesión de seminifinales casi íntegra y desde luego puedo dar fe del altísimo nivel de los aspirantes. Muchos de ellos y ellas son asiduos al certamen y se han convertido en rostros y voces bien conocidos en la ciudad, como la norteamericana Courtney Mills (espléndida su interpretación del aria Sola, perduta, abandonata de la ópera Manon Lescaut), la australiana Emma Pearson o el coreano Jonghoon Heo (conocido como "Aldo Heo", un nombre artístico más fácil de recordar); este último genial en interpretaciones de difícil fraseo como el Largo al factotum de El barbero de Sevilla.
   El tercer premio fue para la georgiana Marina Nachkebiya 
Foto: Tino Gil. Auditorio Zaragoza
 La final fue disputada entre 17 concursantes realmente poderosos, en una sesión a la que acudió numeroso público. Además de ser gratuita, la asistencia a esta velada daba derecho a una entrada para el recital de clausura, al cual Montserrat Caballé suele invitar tanto a concursantes como a alumnos de sus masterclasses. El jurado nos hizo esperar largo tiempo su veredicto, que sin embargo no constituyó ninguna sorpresa: el primer premio fue otorgado por unanimidad a la mezzo napolitana Agostina Smimmero. Esta cantante semiprofesional ya pasó por el Auditorio este mismo año, interpretando el papel de Azucena en Il Trovatore; uno de esos pobres montajes con los que el ilustre gerente M.A. Tapia trata de paliar las carencias operísticas de Zaragoza.
                           Despedida final       Foto: Tino Gil. Auditorio Zaragoza
No soy quién para dudar de la justicia del premio, seguramente era la candidata más solvente en cuanto a técnica y profesionalidad... pero qué queréis, a mí la tesitura de las mezzo no me conmueve especialmente xD Curiosamente, el segundo premio recayó ex-aequo en los dos nombres que yo tenía como favoritos casi al 100% : la soprano rusa Gulnara Shafigulina y el tenor Sergio Escobar, sin duda este último el mejor dentro de una pobre representación española.
En resumen, una de las escasísimas ocasiones en que Zaragoza puede disfrutar de voces líricas de categoría, y a la vez aplaudir a la siempre añorada Montserrat Caballé.
Ahora, a esperar la próxima edición.

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