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Variedades de tomate foto: Urola |
Como todavía faltan varios meses para poder perdernos por algún lugar de Asia y la realidad nos dice que aún no es tiempo de viajar, apuramos la espera disfrutando los pequeños momentos de placer que tiene la vida, y la comida es uno de ellos. Cuando la comida está bien elaborada y los sabores se saben combinar merece la pena disfrutarlos, por eso no quise perder la oportunidad que me ofrecía Amor de despedir el verano en la
jornada de la tapa que organiza, el primer miércoles de cada mes, el
restaurante Urola de Zaragoza. Cada día la tapa tiene un elemento culinario como centro de la degustación. Este miércoles, día 12 de septiembre, las tapas giraban en torno al tomate.
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Tomate, judia, anguila... Foto: Amor López |
El mostrador del Urola se llenó de diferentes variedades de este producto:
Tomate Albaricoque, Rosa , Feo de Tudela, kumato, Corazón de buey... tomates con sabor y olor que fuimos saboreando y que nos recordaban ese sabor autentico de hace unos años, cuando los tomates eran sabrosos. Por desgracia actualmente es difícil encontrarlos y por eso se les valora más y surgen en el campo movimientos que luchan por conservar las semillas y cada día se recuperan mas variedades autóctonas y en el mercado se vende (a precio de elevados) más variedad que nunca en un intento de recuperar el sabor perdido y de disfrutar de los sabores casi olvidados.
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Calabacín, berenjena, tomate,... Foto: Amor López |
Después de degustar siete variedades diferentes de tomate, Miguel, el cocinero y propietario, nos fue explicando las tapas que íbamos a tomar: La primera era una tapa sencilla, pero muy sabrosa, que combinaba anguila ahumada, judía verde y un aire de tomate; la segunda era un tataki de atún con tomate cherry, oregano, orégano y ajo. y finalmente una exquisita combinación de cilindro de calabacín, caviar de berenjena, anchoa marinada natural, granizado de tomate en un
Bloody Mary transparente.
Todas las tapas logran mantener los sabores independientes y al conjuntarlos se complementan y enriquecen unos a otros, logrando un conjunto buenisimo que sabe a poco y que apetece repetir, pero la grandeza y la "desgracia" de las tapas buenas son su brevedad, su medida que permite saborear, pero que te dejan con ganas de más, que saben a poco.
1 comentario:
¡Vaya morrico que tenemos!
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