lunes, 3 de diciembre de 2012

Tailandia. Krabi


Al final casi no hemos estado en Bangkok. Solamente unas horas hasta coger el tren nocturno que nos trajo al sur. Aprovechamos las pocas horas en Bangkok para ver un templo que esta cerca de la estación  wat Trai Mit y que contiene una enorme escultura del Buda en oro macizo, al parecer estaba cubierta de yeso y por esa razón no la destruyeron los birmanos. Al vender el edificio en el que se encontraba, los nuevos propietarios al intentar moverla se rompió y descubrieron la joya.
El templo queda cerca del río y por casualidad encontramos una terraza con vistas al Chao Praya, una animada autopista fluvial por la que pasan barcas de todo tipo y tamaño.
A las 19h30 sale el tren a Surat Thani, llegamos a las 8'30 de la mañana con una hora de retraso. La mayoría de los viajeros son turistas que van  a las playas del sur. Tailandia es una país con un importante turismo de sol y playa y esto no tiene nada que ver con el norte. Al llegar ya nos meten en el ritmo turista. Te ponen una pegatina y te van montando y bajando de las furgonetas en función del destino final. Esta bien organizado pero te hace sentir un poco "cosa" ya que son furgonetas solo para guiris. Nos quedamos en uno de los pueblos de la costa no muy lejos de Krabi, en Ao Nang en una cabaña de madera a los pies de una colina caliza y por suerte bastante alejados del centro.

Estamos en la zona del famoso tsunami de 2004 pero ya no se notan los efectos y ya se ha reconstruido, los turistas han vuelto y vemos como el ritmo de la  construcción va en aumento, nos recuerda bastante al desarrollo urbanístico de la costa española.
A pesar de estar un poco masificado tiene lugares interesantes y playas preciosas de arena blanca y cocoteros que incluso han servido de escenario a alguna película de James Bond.
Hemos visitado en kayak los manglares de Ta Lan, un recorrido de varias horas por un estrecho pasillo entre las altísimas raíces de los árboles, un peculiar paseo entre finas ramas de arboles por las que a veces es difícil pasar y con los monos que nos observan desde los arboles.
Se pueden visitar en barca las islas de piedra blanca de los alrededores, nosotros hemos ido a Chicken (gallina) y a Rai Lay y con un kayak hemos visto de cerca las peculiares formas que crea en las rocas la fuerza de la erosión del mar.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Aquí hay unas heladas fantásticas esperándoos. Un beso