jueves, 9 de febrero de 2012

Kirguistán. Bishkek y alrededores (2)

Montañas de Tian Shan
 Las montañas de Tian Shan forman parte de la gran cordillera asiática del Pamir y ocupan el 95% del territorio de Kirguistán, un país montañoso con una altura media superior a los 2000 m.
Kirguistán tiene una población de alrededor de 5,5 millones de habitantes, con una importante diversidad étnica claramente diferenciada, los kirguises representan el 55% de la población, uzbekos el 21% y rusos 11 % , mas pequeñas comunidades de chinos y tayicos. Esta diversidad provoca, a veces, enfrentamientos entre etnias, especialmente en el sur, en el valle de Fergana.
Plaza Ala Too. Bishkek
Volamos a Bishkek  desde Tashkent con Uzbekistán Airlines, en un vuelo que apenas dura una hora. Al llegar al aeropuerto de Manas vemos los grises y enormes aviones de carga americanos que se usan para llevar suministros militares a Afganistán.
Mercado de Osh
Pasamos unos días en Bishkek desde donde visitamos la Torre Burana y el cañón de Ala-Archa. De allí viajamos a Arslanbob, un precioso valle rodeado de las altas montañas y el mayor bosque de nogales del mundo; a Osh en el valle de Fergana en Kirguistan y a la ciudad de  Fergana ya en Uzbekistán. El valle de Fergana está dividido entre ambos países y Tayikistán, lo que ha provocado cruentos enfrentamientos en los últimos años. 
Mercado de Osh
La capital, Bishkek, se encuentra en un valle rodeado de montañas que ahora tienen las cumbres nevadas. Es una ciudad moderna, de estilo soviético, con grandes avenidas rectas que se alargan hasta el infinito y enormes árboles en las orillas.  La ciudad no tiene nada especial, pero es agradable pasear por ella. Las aceras, bordeadas de árboles y jardines, separan la calzada y crean una atmósfera agradable y tranquila, además en esta época del año está preciosa  y los colores rojos y amarillos del otoño dan una luz especial a los grises y anodinos edificios.
El centro de la vida de Bishkek se encuentra en la plaza Ala Too, antes plaza Lenin. En las esquinas fotógrafos profesionales hacen fotos de recuerdo a los visitantes buscando el mejor encuadre entre las fuentes y los edificios. Me llaman la atención las rubias y altas mujeres rusas que se contonean sensuales, embutidas en estrechos pantalones y elevadas por finos tacones, sorteando baches y adoquines, contrastan con las mujeres kirguises, bajitas, de rasgos asiáticos y forradas de ropa.
Cañón de Ala Archa
Por la noche las fuentes se llenan de colores y de pandillas de jóvenes que desafían la fina lluvia y  todavía no sienten el frío (nosotros si lo sentimos) y aprovechan para estar en la calle, antes de que el helador invierno cubra de nieve la ciudad.
Vamos al mercado de Osh, el mas importante de Bishkek, y después de pasear por los puestos de especias, carnes, verduras y de disfrutar del ambiente y comer un pastel de carne alquilamos un taxi para ir al cañón de Ala-Archa a 30 km de Bishkek. El taxi es un viejo Lada, destartalado y asmático que tose al subir las cuestas y parece que se va a parar en cualquier momento, pero que logra resistir y nos lleva hasta el final. Estamos a mediados de octubre y el viento es helador. Subimos a la montaña con la idea de caminar unos tres km hasta la cascada, pero el tiempo se nubla y empiezan a caer pequeños copos de nieve, así que volvemos a Bishkek.
Torre Burana
Aprovechamos las últimas horas de la tarde para ir a la sauna. Está llena de mujeres sin complejos enseñando las desbordantes carnes, llevan unas ramas de algo, creo que abedul, con las que se fustigan la piel. En la sala central se ayudan unas a otras. Yo voy sola y después de ir y venir a la sauna, de combinar el agua caliente con el  agua helada de la piscina, de estar un buen rato en remojo y ya cansada de dar vueltas, busco una masajista que me rasca y rasca y me deja la piel nueva. Luis va a la parte de los hombres y dice que es divertido ver a los señores mayores que ni en la sauna se quitan los altos gorros de fieltro blanco.
Cogemos una marchrutka (furgoneta) para ir a Tokmok a unos 80 km de Bishkek ciudad en la que se encuentra la Torre Burana. Poco queda de esta antigua ciudad de Balasagun, en la Ruta de la Seda, solamente este minarete en medio del campo y el impresionante cementerio de monolitos de piedra con figuras antropomorfas.
Cementerio
La Torre Burana, construida en el s IX, ha sufrido varios terremotos y guerras que la han dañado y reducido su tamaño original. Actualmente mide unos 25 m, (cuando se construyó medía 45 m).y se puede acceder a ella por una fea estructura metálica exterior y una estrecha escalera interior. Coincidimos con una pareja de novios y sus acompañantes que suben a la Torre para hacerse las fotos de boda. La novia, con el vestido blanco, tiene dificultades para bajar y da vueltas y no sabe como encarar la bajada, lo que provoca las risas de todos.
La Torre tiene su leyenda con rey, princesa y drama. Se cuenta que una hechicera predijo que la hija recién nacida de un rey moriría a los dieciocho años, así que el rey, para protegerla de cualquier peligro, mandó construir una torre y encerró en ella a su hija, pero al cumplir dieciocho murió por la picadura de una araña venenosa. Moraleja: mia tu pa que tanto!.

De Bishkek vamos a las montañas de Arslanbob, a pasear por el mayor bosque de nogales del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Al leerlo, por instantes te parece que lo estás viviendo tu. Fantástico el relato, te deja con ganas de más, y de visitar esos lugares. Muchas gracias.