domingo, 6 de mayo de 2012

Siria y una guerra que llaman enfrentamiento

Tomando la fresca bajo el brazo del presidente. Alepo 
Estos días se ha declarado en Siria un ficticio alto el fuego en el que se sigue matando a personas. Poco puede importar que la guerra en Siria (ahora la llaman enfrentamiento) esté destruyendo parte de su importante patrimonio cultural, si lo que se destruye es la vida. Cuando has visitado los lugares que diariamente se nombran en los periódicos, la guerra tiene otra visión, ubicas los lugares y la imagen es una mezcla agridulce entre los recuerdos y las noticias que actualmente llegan de allí.
Noria de Hama
Trampolín desde la noria. Hama
 Me acuerdo de Hama, una agradable ciudad a la orilla del río Orontes, en la que se oye constantemente el acompasado chirrido de las norias que elevan el agua para regar los campos. Unas norias antiguas que se quisieron reproducir en la Expo del Agua de Zaragoza y para ello se contrató a los constructores de norias de Hama.  Construyeron una noria artesanal, como ellos saben hacerlo y un tiempo después dejó de funcionar. Era una noria sin ninguna finalidad, solamente servía para adornar una expo de cartón piedra que se evaporó y perdió su sentido.
Los constructores de norias de Hama no habrán olvidado la inútil noria de Zaragoza, pero  ahora tienen otras preocupaciones mayores. De nuevo están en guerra y quizás se vean obligados a contemplar horrorizados como su ciudad, una vez mas, es objeto de bombardeos y muertes. Una ciudad que ya ha sufrido momentos cruentos como cuando en el mes de febrero de 1982 el padre del actual presidente de Siria, Hafez Al-Assad decidió acabar con los grupos rebeldes, entre ellos los Hermanos Musulmanes, bombardeando la ciudad y causando un elevado número de civiles asesinados (las cifras se estiman entre 10. 000 y 20.000 muertos). Treinta años después el actual presidente de Siria Bachar el Asad, sigue matando gente en Hamah.
Ciudadela de Alepo

Comiendo pipas en la ciudadela. Alepo
No puedo recrearme en las preciosas ciudades sirias y olvidar esta guerra, que nadie llama guerra.


Recuerdo también los días que pase deambulando por Alepo, por el mercado, la mezquita o el castillo. Unas chicas jóvenes me "adoptaron" y sentadas en la mezquita practicábamos inglés. Me junté con ellas los días que pase en la ciudad, querían practicar inglés conmigo, que lo hablo de pena. Me invitaron a su casa, me hablaron de su proyecto tradicional de matrimonio, (acordado por su padre), me contaron cosas de su vida y querían saber de la mía. 
El último narrador cuentacuentos de Damasco
Una tarde de viernes una familia, que comía pipas a la puerta del castillo, quiso compartirlas conmigo. No teníamos un idioma común pero las sonrisas, los gestos, los dibujos o la mirada cumplían este papel.
La ciudad de Homs, que está sufriendo especialmente esta guerra, me trae imágenes del mercado y de las bromas de algún vendedor...Imágenes de gente que nos ha hecho agradable el viaje y que ahora nos preguntamos: ¿Cómo vivirán todos ellos estos difíciles momentos?.
Mezquita de los Omeyas. Damasco
Siria tiene un importante patrimonio cultural: Damasco, Alepo, Palmira, Bosra, y los castillos del Krak de los Caballeros y de Saladino forman parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Todos ellos son lugares que conservan importantes testimonios de sus siglos de historia.
Damasco presume de ser la ciudad mas antigua del mundo (fundada hace mas de 6000 años) y una de las ciudades mas importantes de la Ruta de la Seda. Durante siglos en ella se comerciaba con los productos que circulaban en dirección a Europa o Asia. En Damasco se agrupaban también las caravanas de peregrinos en dirección a La Meca para atravesar juntos el desierto arábico. No lejos de allí, en Bosra, se encuentra el teatro Romano construido en el s. II y la memoria de las piedras presentes en todos los edificios..
Palmira
Flores en los huertos de Palmira
Alepo conserva, al igual que Damasco, su recinto amurallado con un histórico zoco, la mezquita (s. VIII) o los caravanserais y sobre un cerro, dominando la ciudad, la ciudadela (s XIII).
Palmira, ciudad nabatea (al igual que Petra en Jordania), situada en el oasis de Afqa conserva todavía ruinas de la ciudad romana como el templo de Bel, la gran avenida de las columnas o el palacio de la reina Zenobia.
Estos lugares solamente son un ejemplo del papel que Siria ha jugado a los largo de la historia y de su importante pasado. Por desgracia actualmente se encuentra viviendo unos momentos muy diferentes, mas oscuros y difíciles.
Ponemos, por tanto, un lazo de luto por Siria y dejamos para otro momento el relato del viaje a este hermoso país.

3 comentarios:

Gema Villa dijo...

Muy interesante la reflexión. Gema

Libreta Viajera dijo...

Hola chicos,
Estamos reuniéndonos un grupo de blogueros de Zaragoza, si os apetece uniros podeis escribirme al mail de la Libreta Viajera:
libretaviajera@gmail.com

De momento solo nos hemos juntado un día, pero espero que nos veamos pronto las caras de nuevo.

Un saludico,
Cool

Anónimo dijo...

Los sirios me parecieron gente fabulosa a pesar de que los trate muy poco. Lamento mucho el horror que estan viviendo.

Precisamente el domingo pasado me aproxime a un grupo que portaban banderas y entonaban canticos cerca de la embajada siria en Madrid y estuve acompañandolos un rato en su protesta. Habia casi mas policias que manifestantes, a pesar de que se comportaban de manera exquisita.

En fin, espero que salgan pronto de esta.